En Brasil, en la zona oeste de la ciudad de San Pablo, se estrelló una avioneta en plena avenida de Barra Funda, y en cuestión de segundos se convirtió en una tragedia. Se confirmó que murieron dos personas, el piloto y el dueño de la aeronave.
Según el periódico O Globo, Márcio Louzada Carpena había comprado el avión el 11 de diciembre de 2024. En su cuenta de Instagram, @carpena, el abogado de 49 años había hecho varios posteos desde los distintos vuelos que realizó junto a su familia.
“Ayudo y motivo a las personas a ver el mundo de una manera diferente. Buscando ayudar a construir una sociedad más dulce, más verdadera y más próspera”, decía en la descripción de su perfil. Carpena vivía en Porto Alegre, en Rio Grande do Sul, y era padre de tres hijos.
El primer vuelo que habían hecho todos juntos fue el 26 de diciembre, con destino a Uruguay. En aquel entonces su esposa, Francieli Pedrotti Rozales, lo felicitó por sus logros y le escribió: “Que podamos hacer muchos vuelos juntos y ser muy felices”.
Lamentablemente no pasaron ni dos meses desde aquel debut, y hoy sufren un trágica pérdida. El avión King Air F90, fabricado en 1981, contaba con capacidad para ocho personas, y el Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos (Cenipa) investigará qué causó que se estrellaran.
En publicaciones anteriores había compartido fotos y videos de algunos de los días de vacaciones que había disfrutado junto a su esposa y sus tres hijos, en medio de paradisíacas playas, salidas todos juntos y atardeceres.
Justo antes de despegar, tan solo dos horas antes del accidente, Carpena publicó una historia en su cuenta de Instagram: un breve video antes de despegar desde São Paulo, en el Campo de Marte, rumbo a Porto Alegre.