En el sur de Argentina, dentro de la provincia de Santa Cruz, se encuentra un rincón que tiene uno de los tesoros arqueológicos más impresionantes del país: la Cueva de las Manos. Situada en el cañadón del Río Pinturas, este sitio destaca por su belleza natural y por ser un testimonio viviente de las antiguas civilizaciones que habitaron estas tierras.
La Cueva de las Manos se destaca en el mapa cultural de Argentina y del mundo por conservar uno de los conjuntos de arte rupestre más antiguos y relevantes de Sudamérica. Desde que fue descubierto, el lugar fascina tanto a arqueólogos como a turistas por las historias que sus paredes de piedra preservaron a lo largo de los milenios.
Cueva de las Manos: cuándo fue reconocido por la UNESCO
En 1999, la Cueva de las Manos fue nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, un reconocimiento que llegó tras intensos esfuerzos de documentación y preservación liderados por el Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (INAPL) y la Secretaría de Cultura de la Nación. Esto buscó resaltar y proteger el valor universal excepcional del sitio, asegurando su conservación para futuras generaciones.
El trabajo comenzó en 1995 bajo el programa de “Documentación y Preservación del Arte Rupestre Argentino” (DOPRARA), que incluyó la realización de relevamientos, monitoreo del deterioro y capacitación a las comunidades locales. Gracias a estas iniciativas se logró el reconocimiento internacional y un plan de manejo sustentable que sigue vigente hoy.
¿Quiénes crearon las obras de la Cueva de las Manos?
Las pinturas de la Cueva de las Manos datan de hace aproximadamente 9.300 años. Los artistas fueron los primeros pobladores de la región patagónica, que dejaron en las rocas siluetas de manos en negativo, figuras de guanacos, escenas de caza y diversos símbolos geométricos. Estas representaciones son expresiones artísticas, pero también documentos históricos que ofrecen una ventana a las creencias, costumbres y formas de vida de estos pueblos.

La técnica empleada, que involucra el uso de pigmentos minerales soplados sobre la roca, permitió que estas obras perduren a lo largo del tiempo, ofreciendo hoy una conexión directa con los orígenes de la humanidad en la región.
Turismo en la Cueva de las Manos
Visitar la Cueva de las Manos es más que un simple paseo turístico, es una experiencia educativa y emocional. Según el sitio del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano, no se requieren reservas para acceder al sitio, y el parque ofrece visitas guiadas que permiten a los visitantes entender en profundidad el significado y la importancia de cada pintura.

Durante la temporada alta, el parque está abierto de 9 a 19 horas, mientras que en temporada baja, los horarios son de 10 a 16 horas.
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