En un año marcado por las elecciones legislativas en lo político, un posible levantamiento del cepo cambiario, superávit fiscal y menos inflación en lo económico, muchos inversores se preguntan qué hacer con su dinero para obtener mayores beneficios.

Para los pequeños inversores, como siempre, la gran disyuntiva es el plazo fijo o el dólar. Pero, entre quienes tienen dinero para invertir, las acciones o los bonos se suman a las alternativas más comunes.

Los bonos soberanos, que estaban “pinchados” hasta fines de 2023, dieron grandes ganancias a sus tenedores en 2024, quienes habían apostado a que, con Javier Milei en el gobierno, la Argentina lograría cumplir con los sucesivos pagos de la deuda.

La Bolsa, en tanto, mostró un alza del 127% en dólares y puso a las acciones en el candelero. Pero los analistas consideran que, en 2025, estas ganancias serán difíciles de replicar.

Acciones vs. bonos: qué son y por qué las acciones implican mayor riesgo

Los bonos y las acciones a veces dan grandes ganancias, pero también tienen sus riesgos. Foto: Andres D'Elia.Los bonos y las acciones a veces dan grandes ganancias, pero también tienen sus riesgos. Foto: Andres D’Elia.

Los bonos soberanos en dólares son instrumentos financieros que emitió el Estado al tomar deuda en esa moneda y que ahora pueden comprarse y venderse libremente en el mercado de capitales, tanto en pesos como en dólares. Estos títulos públicos brindan el derecho a cobrar intereses, en general cada tres o seis meses, y a recibir la devolución del capital, que se hace en cuotas o el día del vencimiento.

Como la operatoria tiene un cronograma, el comprador de un bono en dólares sabe cuánto ganará, por encima de la inversión, ni bien lo obtiene. Eso sí, debe conservar el título hasta el vencimiento y fijarse en qué fechas debería recibir cada pago de intereses y de capital.

Si el dueño de un bono prefiere cobrar antes y abandonar la inversión podrá venderlo al precio de mercado del momento, a cambio de pesos o de dólares. Entonces, los bonos también permiten ganar dinero apostando a que adquieran valor y su precio suba.

La jugada también puede salir mal porque podría ocurrir que el precio de los bonos, que varía según la oferta y la demanda, sufra caídas breves o duraderas según haya noticias sobre las dificultades de pago del Estado. Incluso, en el peor de los casos, puede ocurrir un default, o cesación de pagos. Es una inversión con riesgos y, por eso, solo conviene invertir en ella una parte de los ahorros.

A diferencia de los bonos, el valor de las acciones de una empresa depende de los resultados de la compañía. Foto: Clarín.A diferencia de los bonos, el valor de las acciones de una empresa depende de los resultados de la compañía. Foto: Clarín.

De todas maneras, según los analistas, los bonos argentinos podrían ganar por la confianza que genera la enorme baja del “riesgo país”, los efectos que tendría el cumplimiento de los pagos por parte del Tesoro y un nuevo acuerdo con el FMI, que podría ocurrir en el primer semestre de 2025.

A diferencia de los bonos, el valor de las acciones de una empresa, el cobro de dividendos, depende de los resultados de la compañía y de las resoluciones de los accionistas en cuanto al porcentaje a distribuir y de las posibilidades de poder concretar el pago. Por ello invertir en acciones puede ser más riesgoso que hacerlo en un bono soberano.

Si en el caso de los bonos el panorama lo marca el cumplimiento de los pagos de la deuda, en cuanto a las acciones, más allá de la expectativa positiva para la macroeconomía, juega un rol fundamental la visión que los inversores tengan sobre un sector o compañía en particular.



Fuente Clarin.com

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