“Used to love you (…) I’m still in love with you” (Solía amarte (…) Todavía estoy enamorado de vos), canta Benson Boone en su más reciente canción, Sorry I’m Here For Someone Else. La estrella sensación de la última edición de los Grammys -con su performance de Beautiful Things, que vale la pena ver- canta, a los 22 años, sobre las penas de amor, esas que todos hemos atravesado en algún momento.

¿Quién no buscó consuelo en una canción, alguna que exprese sentimientos de relaciones rotas? Cantarla a todo volumen puede servir para exorcizar penas y desahogarse. Los “bares de despecho” se toman de esto para construir refugios nocturnos donde se puede brindar, cantar y -por qué no- llorar y olvidar (aunque sea por un rato) algún amor perdido.

Se trata de una tendencia que nació en México y que en los últimos años se extendió a distintas ciudades de América Latina. Son espacios donde las “canciones de desamor” son protagonistas, con éxitos de los 90 y 2000 que van desde Querida, de Juan Gabriel, hasta “pa’ tipos como tú”, de la “session 53” de Shakira y Bizarrap. Y si bien en países como Perú, Chile y Venezuela estos bares ya son furor, en Buenos Aires este fenómeno recién comenzó a llegar.

¿Quién no buscó consuelo en una canción, alguna que exprese sentimientos de relaciones rotas? Foto: ilustración Shutterstock.¿Quién no buscó consuelo en una canción, alguna que exprese sentimientos de relaciones rotas? Foto: ilustración Shutterstock.

Poco Floro (Gorriti 5806, Palermo) se define como el “primer bar de despecho de la ciudad” y fue creado por el chef y emprendedor Dángelo de la Cruz, quien después de Asu Mare Barra Cevichera y Asu Mare Barra Criolla, apostó por esta idea. En lenguaje callejero peruano, Floro significa chamuyo, y eso mismo transmite el nombre: poco chamuyo.

“Vi la temática en Perú y Chile y me gustó mucho. Noté que acá no había algo así, y sentí que hacía falta”, cuenta a Clarín. “La gente de más de 30 ya no busca ir a un boliche hasta el amanecer, pero a veces quiere algo más que solo ir a cenar. Este es un espacio donde pueden picar algo, tomar un cóctel, escuchar música y cantar sin quedarse hasta tan tarde”.

Rata de dos patas: qué es un bar de despecho

Hace unas semanas murió la icónica cantante mexicana Paquita la del Barrio, intérprete de Tres veces te engañé y, claro, Rata de dos patas, casi un himno contra los traidores que suena seguido en estos lugares diseñados para exorcizar las penas a través de la música y el karaoke.

El despecho, explica de la Cruz, generalmente surge tras decepciones amorosas, pero no son el único motivo: “Ante la ruptura de una amistad, un despido, o cualquier situación que te haga sentir despechado se puede cantar para no quedarse solo en la tristeza, sino compartirlo y convertirlo en alegría”.

"Rata inmunda, animal rastrero, escoria de la vida, adefesio mal hecho" dice la famosa canción de Paquita la del Barrio. Foto: Poco Floro.“Rata inmunda, animal rastrero, escoria de la vida, adefesio mal hecho” dice la famosa canción de Paquita la del Barrio. Foto: Poco Floro.

Si bien los primeros bares de despecho surgieron en México, el fenómeno tomó fuerza en Perú en 2021 con María Mezcal, un local con espíritu mexicano que fue pionero en ese país. Desde entonces, la tendencia creció y hoy hay bares de despecho en ciudades como Miami, Santiago de Chile y Caracas.

Maldita primavera

Ubicado en el corazón de Palermo, Poco Floro está detrás de un portón oscuro y un cartel de impronta “chicha” –un estilo gráfico popular peruano caracterizado por sus colores llamativos–. Adentro, Paquita la del Barrio, Gilda y Christian Nodal decoran las paredes junto a frases emblemáticas de sus canciones.

Gilda y Christian Nodal decoran las paredes junto a frases emblemáticas de sus canciones. Foto: Poco Floro.Gilda y Christian Nodal decoran las paredes junto a frases emblemáticas de sus canciones. Foto: Poco Floro.

Además, su carta de cócteles rinde homenaje a un clásico del despecho. Entre los más pedidos están Rata inmunda, Como la flor -inspirado en el hit de Selena-, El día que me quieras -en homenaje a Carlos Gardel- y Dulce primavera -canción de la mexicana Yuri-.

En cuanto al público, de la Cruz señala que el bar suele llenarse de grupos de amigos y despedidas de solteras, pero también recibe a personas recién divorciadas que buscan celebrar una nueva etapa. “Es común que las camareras y camareros se sumen al karaoke o bailen con los clientes: se celebra que cualquier persona despechada pueda cantar sus penas”. Al final del día, siempre hay una canción perfecta para cada corazón roto.



Fuente Clarin.com

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