Con la secuencia de la remera mojada en el mar de la película Abismo, Jacqueline Bisset ganó la calificación irrefutable como la actriz más atractiva de todos los tiempos.
A partir de ahí jamás dejó de mencionarse su combinación de talento, sensualidad, sex appeal y sofisticación.
Sin embargo, ella buscó, cada vez que pudo, minimizar esa etiqueta. “Después de Abismo, durante los siguientes cuatro años solo se habló de mis tetas. Se montó un buen alboroto y resultó aburrido, de verdad. Me fastidia. Pero soy consciente -aunque espero que no se convierta en mi epitafio- de cómo contribuyó a mi fama, supongo”.
“Lo cierto es que nada de eso tenía que ver conmigo. Dios, si hubiera querido hacer una película de ese tipo, hubiera sido de otro modo para que resultara mucho más sexy. Al fin y al cabo, lo que se veía parecían dos huevos fritos en una bandeja”, citó una nota del sitio especializado español Cinerama.
Su carrera, sin dudas, fue más allá y tuvo papeles exigentes. Actuó con Roman Polanski a principios de los años 60; fue chica Bond en Casino Royale en 1967, compañera de Steve McQueen en Bullitt en 1968 y brilló en 1973 en Le Magnifique junto a Jean-Paul Belmondo.
Más cerca en el tiempo: en 2014 ganó un Globo de Oro por su papel en la miniserie Dancing in the Edge, después de otras cuatro nominaciones fallidas.
Además participó en L’Amant Double, una película seleccionada para Cannes en 2017 y luego en creaciones de los directores Fabien Constant y Amir Naderi; y en 2002 interpretó a una actriz icónica en el film independiente Loren & Rose.
En cuanto a la belleza, nadie puede negar que su encanto es imperecedero. A los 80 años mantiene su estilo glamoroso y encantador.
Además, tiene una sabia postura con respecto al paso del tiempo: “Tenés que acostumbrarte a vos misma, enfrentarte en un nivel más profundo y decir: Hay gente que ama mi interior’, expresó en una entrevista.
También aseguró que nunca se sometió a una cirugía estética. “Me tomó una vida llegar a estar como estoy. La vida es como una ola, con momentos altos y momentos bajos. Si puedes vivir el presente y ser abierta a él, creo que realmente podés tener una vida muy rica “.
Por esta filosofía y su belleza natural, en 2010 una reconocida marca de cosméticos multinacional la eligió para el lanzamiento de un producto antienvejecimiento enfocado en mujeres mayores de 60 años. La propuesta fue innovadora y marcó una nueva era en los mensajes de las marcas. El lema de la campaña: “Yo no escondo mi edad; mi piel sí”.
¿Cuál es su secreto de belleza? “Creo que, si querés tener buen aspecto, tenés que perdonar a todo el mundo. Es el mejor tratamiento estético”, dijo tajante en una nota.