qué hacer en las fases de Luna nueva, creciente, llena y menguante

En astrología, la Luna juega un papel crucial en la comprensión de nuestro ser interior y nuestras emociones. ¿Qué prácticas son más recomendadas para acompañar cada fase lunar? ¿Cómo influye en los cortes de pelo? ¿Cómo trabajar mejor las profundidades de nuestro ser? Carolina Goldsman, astróloga y fundadora de la Escuela de Astrología ElCieloLaTierrayYo, explica cómo ahondar y gestionar nuestras emociones en cada fase lunar.

Es necesario tener en cuenta que la Luna es el satélite natural de la Tierra. En un año, realiza 13 recorridos alrededor de nuestro planeta, es decir, se producen 13 lunaciones en el año. La Luna tarda 29 días y medio en dar la vuelta a la Tierra y cambia de signo zodiacal cada 2 o 3 días. “Con sus fases cíclicas, es mucho más que un fenómeno astronómico: es una representación del proceso de crecimiento, transformación y trascendencia que todo ser humano experimenta”, resalta Carolina.

Goldsman, experta en astrología, detalla cómo la influencia de la Luna puede ser una herramienta poderosa para el autoconocimiento y el trabajo personal.

“La Luna, que tarda 29,5 días en dar la vuelta a la Tierra, genera un magnetismo especial que mueve las aguas del planeta en diferentes sentidos. Al comprender que nuestro cuerpo es casi 70% agua, podemos desarrollar nuestra percepción de nuevas maneras, observando las fases lunares como un mapa simbólico de las fluctuaciones emocionales y psicológicas que todos atravesamos”, afirma.

Según la especialista, trabajar conscientemente con las fases de la Luna nos permite alinearnos con el flujo natural del cosmos. “Cada lunación se convierte en una oportunidad para liberar viejos patrones emocionales y dar paso a nuevas creaciones en nuestras vidas, elevando nuestra conciencia y fomentando nuestra evolución personal”.

Y agrega: “La Luna representa aquello que está oculto, lo que no siempre es evidente, y juega un papel fundamental en la manera en que nos relacionamos con el mundo emocional”.

“Cada lunación es una oportunidad para explorar distintas áreas de nuestro ser”, señala Carolina. A continuación, la astróloga explora cuáles son las energías presentes en cada fase de la Luna y cómo trabajar las emociones.

La Luna nueva “marca el comienzo de un nuevo ciclo de potencialidad pura”, advierte Goldsman. “Durante este tiempo, la Luna y el Sol se encuentran en conjunción, lo que significa que no podemos ver la Luna en el cielo, ya que su cara queda oculta por la luz del Sol que únicamente ilumina la cara que desde nuestro planeta no alcanzamos a ver”.

Señala, además, que el tiempo de Luna nueva es un período de “introspección y renovación en el que podemos cerrar ciclos anteriores y prepararnos para lo que está por venir. Un tiempo para sembrar intenciones y visualizar lo que queremos”.

Las prácticas que ella sugiere realizar durante la Luna nueva son la meditación, el ayuno simbólico (como la eliminación de hábitos negativos), y los rituales de creación de intenciones, visualización creativa y manifestación.

“Este es un período que nos invita a ser proactivos en nuestra evolución espiritual, permitiéndonos iniciar un ciclo con conciencia plena de nuestras metas y deseos”.

En cuanto al corte de pelo en relación a la Luna nueva, se recomienda cortar el cabello si se desea un acelerado crecimiento, con el detalle de que -a la larga- lo debilita. No se recomienda la depilación, ya que el vello crecerá más rápidamente.

El cuarto creciente ocurre aproximadamente una semana después de la Luna nueva. En esta fase, la energía comienza a crecer y expandirse. La Luna empieza a mostrar más de su cara iluminada, lo que simboliza el proceso de fortalecimiento y crecimiento. Es el momento ideal para poner en práctica las intenciones sembradas durante la Luna nueva, asumiendo nuestra fuerza creadora.

Desde una perspectiva astrológica y psicológica, esta fase está asociada con la expansión del potencial. Es una etapa para realizar acciones concretas que fortalezcan lo que hemos comenzado. Es un momento propicio para generar acciones que nos permitan tomar responsabilidad por nuestro proceso de crecimiento personal y avanzar hacia nuestras metas con determinación.

Las actividades recomendadas en esta fase son las que fortalezcan el cuerpo y la mente, como el ejercicio físico, la renovación de compromisos, y la manifestación de los proyectos que hemos comenzado a trabajar en la Luna nueva. También es una excelente oportunidad para establecer conexiones con otras personas que compartan nuestra visión y metas.

En esta fase, el corte de cabello hará que crezca de forma acelerada pero débil.

La Luna llena es el momento más potente de todo el ciclo lunar, dice Carolina. “Durante esta fase, el Sol, la Tierra y la Luna están alineados, con la Luna opuesta al Sol, creando una tensión de energía máxima”.

Explica que es un período de revelación, claridad y culminación: “Las emociones pueden llegar a su punto máximo y, en algunos casos, se pueden experimentar momentos de crisis”. Y añade: “Es un momento de intensificación de la conciencia, en el que podemos ver las cosas con mayor claridad, pero también con más intensidad”.

Goldsman indica que “es el momento de liberar lo que ya no nos sirve, de tomar decisiones importantes y de alinearnos con nuestro propósito más elevado”.

Además, comenta que puede ser un período para enfrentar las sombras personales y hacer un trabajo profundo de sanación emocional, lo que algunos llaman “shadow work” (trabajar con las sombras). Esto, asegura Carolina, puede abrir espacios a nuevas posibilidades.

Los rituales de cierre son ideales para estos momentos, así como la meditación para integrar los aprendizajes y todo tipo de ritual de limpieza física y espiritual.

Aquellos que tienen cabello muy fino y quieren aumentar su volumen, deben cortárselo en este período.

La fase final de la lunación, el cuarto menguante, ocurre una semana después de la Luna llena. La fundadora de la Escuela de Astrología ElCieloLaTierrayYo dice que es el momento para cerrar el ciclo y hacer un análisis de lo que hemos aprendido.

“Esta fase está asociada con el desapego y la liberación. Es el período en el que debemos soltar lo que ya no tiene cabida en nuestra vida, ya sea en forma de pensamientos, emociones o incluso relaciones”.

Goldsman anuncia que esta instancia forma parte del proceso de cierre: “Es una invitación a liberar las cargas que nos impiden avanzar. Es un momento propicio para trabajar en el perdón, la reconciliación con uno mismo y el resto del mundo, la aceptación de lo que no podemos cambiar, y el desapego”.

También explica que es común experimentar una disminución de la energía: “Es un buen momento para descansar, reflexionar y permitirnos un tiempo de descanso para preparar el terreno para el próximo ciclo lunar”, dice Caro. Introspección profunda, meditación y rituales de liberación, propicios para estos tiempos.

El corte de cabello en esta época lo hace crecer más lentamente, pero con mayor grosor y con raíz más fortalecida y resistente.

Asesoró Carolina Goldsman, astróloga y fundadora de la Escuela de Astrología ElCieloLaTierrayYo. En Instagram, @carolina.goldsman.