“Argentina: ¿esta vez es diferente?” es el título de un informe del poderoso banco estadounidense JP Morgan que llegó en medio de la polémica entre el presidente Javier Milei y el exministro Domingo Cavallo respecto de la apreciación cambiaria y el momento de salida del cepo al dólar.

Las aguas se calmaron después del jueves cuando se conoció el buen dato de 2,2% de la inflación de enero, que fue acompañado en el mercado por una mejora de los precios de los bonos y las acciones. ¿Habrá pasado la zona de turbulencia?

Para el ministro de Economía, Luis Caputo, el tema quedó superado cuando en la licitación de bonos convocada por el Tesoro los operadores del mercado no optaron por los títulos atados al dólar.

Bajo ese resultado, la conclusión oficial fue que el mercado avala el compromiso presidencial de que no devaluará y que, por tanto, no habrá ningún salto disruptivo del dólar.

Para una parte del mercado, esa definición suena a música celestial, ya que le permite continuar ganando a base del “carry trade” que implica una tasa de interés de referencia en pesos de 2,4% mensual frente a un dólar oficial que crece al 1%. La apuesta a que no habrá devaluación es ampliamente mayoritaria hoy en el mercado.

Pero algo más pasó en el resultado de la licitación en la que el Tesoro no consiguió renovar el 100% de lo que vencía, sino solo el 80%, por lo que hubo pesos que pasaron al sector privado con la consiguiente baja de los depósitos del gobierno en el Banco Central.

Esa luz amarilla sobre los pesos, y con el eco de la polémica respecto del atraso cambiario y la Argentina cara en términos de dólares,dirigió el foco financiero hacia un resultado que viene desde hace tiempo pero que parece haber entrado en zona de observación intensa.

El resultado de que el Banco Central compre dólares pero las reservas bajen llama la atención más allá de la credibilidad que despiertan las voces oficiales.

El seguimiento detallado del estudio 1816 sostiene que “entre el 10 de enero (después del pago de cupones de los bonos Globales y Bonares) y el 7 de febrero el Central compró US$ 1.711 millones y las reservas brutas bajaron US$ 2.015 millones.¿Cómo se explica la diferencia?

La respuesta de la consultora es que hubo pagos de deuda al FMI y otros organismos por US$ 1.139 millones, caída de los encajes en dólares en los bancos por US$ 1.864 millones y “otros factores” como la intervención en el dólar contado con liquidación por US$ 722 millones.

Ese último número resulta el más sensible no tanto por el destino que se conoce sino más por la cantidad.

Durante el segundo semestre de 2024 la intervención del Banco Central en el dólar financiero para tratar de mantener la brecha cambiaria lo más cercana a cero giraba entre 100 y 200 millones de dólares mensuales.

Los US$ 722 millones del arranque de febrero (la brecha entre dólar CCL y el mayorista es 12,7%) estarían indicando un salto en el esfuerzo oficial de intervención en un mercado que, simultáneamente, cuenta con el dólar blend que permite a los exportadores liquidar el 20% al dólar CCL, más alto que el oficial y que le aporta a ese mercado más de US$ 1.500 millones al mes.

Si el Banco Central compra dólares pero la mayoría se destina a pagar al contado las deudas, y las reservas netas siguen siendo negativas (en más de US$ 6.000 millones), se entiende el anuncio del ministro Luis Caputo sobre que habrá en el primer cuatrimestre un acuerdo con el FMI que no contemplará una devaluación pero sí dinero fresco.

La liquidación de divisas por parte de los exportadores del agro y la agroindustrial que el gobierno esperaba tras la implementación de la rebaja temporaria de las retenciones todavía no cobró intensidad y los operadores financieros siguen a la espera.

De lado de la demanda se mantiene el goteo de los depósitos en dólares que en 10 días bajaron US$ 865 millones. En 1816, dicen que “la caída puede ser por tres razones: “Retiro de depósitos por la ventanilla de los bancos, pagos de tarjeta (en enero el saldo de deuda de tarjetas en dólares superó el máximo histórico de 2018 y, por último, el uso de saldos de dólar MEP de importadores”.

Sin estridencias pero hay algo de la escasez de dólares que se presenta a punto de resolverse.



Fuente Clarin.com

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