La reforma de la Ley Nacional de Tránsito 2025 redefine el tratamiento legal de los autos usados, los vehículos importados y los requisitos para su ingreso al país. Esta actualización busca reordenar el sistema, adaptarlo al escenario actual y establecer un marco más claro tanto para personas particulares como para empresas.
La reforma introduce nuevas condiciones para el ingreso de autos importados, al tiempo que aclara que los autos usados continúan bajo un régimen restrictivo. Aunque se eliminan ciertos pasos administrativos, las limitaciones estructurales sobre vehículos en uso siguen vigentes. Cada caso queda sujeto a criterios definidos por normativa específica.
Autos nuevos y usados: qué cambia con la reforma de la Ley Nacional de Tránsito 2025
Entre los principales cambios, se destaca la eliminación de la exigencia de la Licencia de Configuración de Modelo (LCM) y la Licencia de Configuración Ambiental (LCA) para quienes importen autos nuevos. En su reemplazo, se aceptan certificaciones internacionales emitidas por países con exigencias técnicas comprobadas, lo que permite un ingreso más ágil de unidades al territorio nacional.
En paralelo, quienes importen un auto con fines personales deberán gestionar únicamente el Certificado de Seguridad Vehicular (CSV) ante la Agencia Nacional de Seguridad Vial. Esta medida reduce tiempos de aprobación y centraliza la verificación en una sola instancia.
Sobre los autos usados, la reforma no habilita su ingreso generalizado. El texto mantiene la prohibición general, aunque reafirma que se permiten ingresos en casos excepcionales: argentinos que regresan al país después de residir en el exterior, funcionarios acreditados y ciudadanos extranjeros con residencia permanente aprobada. Todos ellos deben cumplir los requisitos vigentes establecidos en decretos anteriores.
La posibilidad de importar autos nuevos ahora depende de presentar documentación técnica reconocida en el extranjero. Esto excluye la necesidad de pasar por validaciones múltiples en organismos nacionales, siempre que se cumpla con los estándares exigidos. A nivel individual, los interesados solo necesitarán tramitar el CSV.
En relación a los autos usados, el escenario no cambia. El Acuerdo de Complementación Económica (ACE14) entre Argentina y Brasil continúa prohibiendo la nacionalización de vehículos y autopartes usadas, excepto en situaciones específicas establecidas por decreto. Esta restricción se mantiene como uno de los pilares de la política automotriz bilateral.
Desde el Ministerio de Economía descartaron cualquier apertura hacia la importación general de autos usados. La reforma apunta a modernizar trámites y reducir trabas sin alterar las reglas de fondo. La prioridad sigue siendo preservar el equilibrio en el mercado local sin ceder a prácticas que afecten a la producción nacional.