Si bien en muchas ocasiones la gente lo puede percibir como un problema o como una falta de vínculos amistosos y amorosos, lo cierto es que disfrutar de unas vacaciones en soledad puede traer muchos aportes para estas personas, sobre todo desde el aspecto psicológico. En detalle, cuáles son estos beneficios y cuáles son los destinos ideales para probarlo.

Una de las recomendaciones más comunes para los viajeros solitarios es que su primer destino sea algo simple y que no tenga mucha complejidad en aspectos como el traslado, la estadía y las actividades. Una buena alternativa es una opción en el país, o bien alguno cercano donde se hable el mismo idioma.

Una buena forma de no perder la sociabilidad es elegir un alojamiento con espacios comunes para poder cruzarse con otras personas y compartir experiencias. También se pueden utilizar los distintos grupos de las redes sociales. Allí, muchas personas cuentan su itinerario con el objetivo de sumar personas y tener una experiencia compartida.

Algunos destinos en el país para visitar en soledad son Mendoza (famosa por sus bodegas y viñedos en Luján de Cuyo o en el Valle de Uco), la Patagonia (ideal para las personas amantes de la naturaleza y de las actividades acuáticas en el lago Nahuel Huapi) e Iguazú (situado en la frontera con Paraguay y Brasil y con la opción de visitar las Cataratas, una de las siete maravillas naturales del mundo).

En cambio, para viajeros más experimentados existen alternativas más exóticas como pueden ser Islandia, situada en Europa del Norte y con la Ruta del Círculo Dorado como lo más destacado, Nueva Zelanda, ideal para el sedentarismo en el Parque Nacional de Fiordland y sus playas en la Isla Norte, como también Portugal, un destino europeo que ofrece historia, cultura, gastronomía y playas, entre otras.

Es importante que cada uno tenga en cuenta qué perfil de viajero es y cuáles son los objetivos que tiene para las vacaciones.

El sitio especializado en psicología y salud “CuidatePlus” compartió un estudio con los beneficios psicológicos que obtienen las personas al realizar un viaje solos.

“La inseguridad es en muchas ocasiones motivo suficiente para abandonar la idea de emprender un viaje solo. En este sentido, existe la creencia de que se sale mejor de las dificultades estando en compañía de otra gente. Se tiende a pensar que una persona sola es un blanco fácil para estafas o engaños, mientras que un grupo es menos vulnerable”, explica el portal.

“La organización y preparación previa será algo imprescindible para que la experiencia sea enriquecedora. Hay que ser capaz de prever posibles situaciones complicadas o críticas, así como pensar soluciones y formas de actuar que puedan resultar de ayuda”, añade.



Fuente Clarin.com

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