Desde que Nidera apostó a los híbridos simples dentados -en un mercado que estaba dominado por híbridos dobles Flint- pasaron varios años. Muchas cosas cambiaron y una permaneció intacta: el espíritu innovador de la marca y su secreto para construir rendimiento.
“Para nosotros el maíz representa un foco de inversión muy grande. Cerca del 7% de nuestra facturación se reinvierte en investigación y desarrollo para el cultivo. Lleva 7 años introducir un maíz comercial al mercado y ese lanzamiento se hace entendiendo cuáles son las demandas que va a tener el productor a futuro. Sin embargo, nuestro programa de mejoramiento puede lanzar un nuevo híbrido adaptado a las condiciones que nos propone el mercado en uno o dos años. Detrás de todo eso hay una gran inteligencia puesta al servicio del rendimiento”, dice Joaquín Lesser, gerente de marketing de Nidera Semillas.

Para esta campaña, Nidera viene con una apuesta fuerte: el nuevo NS 7765 VIPTERA3, un híbrido con excelente potencial de rendimiento que supera en 500 kg/ha al índice ambiental de la red de ensayos de fechas de siembras tempranas, en 300 kg/ha en las siembras tardías y en 200 kg/ha en los ensayos de la región norte del país. Los datos surgen de comparar el material con varias decenas de híbridos propios y de la competencia, en más de 100 localidades. Esto confirma que se trata de un maíz de gran adaptabilidad y versatilidad en todas las regiones productivas de Argentina, para distintas fechas de siembra, que rompe techos de rendimiento.
Para el Norte, la novedad es un tropical x templado, el SS2223S VIPTERA3 para siembras tardías de la región. Este híbrido es fruto de una línea tropical que le entrega una mejor tolerancia a spiroplasma y otra templada que sostiene su potencial de rinde.
“Nuestros lanzamientos surgen de una cantidad infinita de líneas que, como si fuese un embudo, van siendo seleccionadas año a año. Con cada material se realizan más de 150 ensayos por campaña. Cada año que pasa, para cada híbrido, se suma una nueva capa de datos de ensayos que va engrosando la base”, explica Lesser y aclara que la marca presenta entre uno y dos nuevos híbridos por año con una ganancia genética que, en siembras tempranas, aportan un 1% más de rendimiento por año y en siembras tardías, 1,4%.

¿Cómo lo hacen? En base a herramientas como la predicción genómica, el índice ambiental y el método de doble haploides orientadas a priorizar factores como el rendimiento, las características agronómicas (como resistencia al vuelco y quebrado) y la sanidad (incluyendo resistencia a enfermedades como tizón, roya, mal de Rio IV y spiroplasma, entre otras). Por último se incorpora la tecnología disponible para el manejo de insectos y malezas, como VIPTERA o CL.
La predicción genómica permite entender cómo se comportará la combinación de dos líneas para la creación de un híbrido en función de las necesidades que tiene el mercado. Con esta herramienta se las selecciona más eficientemente. El índice ambiental es un promedio de rendimientos de los híbridos más competitivos de la zona, incluyendo productos pre-comerciales, lo que establece un estándar alto. Y el método de doble haploides se utiliza para obtener líneas puras en una sola generación. Se usa para estabilizar las líneas.
“Actualmente, tenemos en nuestra paleta 10 híbridos para recomendar en función de las necesidades de los productores. Entre ellos está el emblemático AX 7761 que lleva más de 9 años en el mercado y continúa aportando adaptabilidad y buen rinde”, cita el ejecutivo de Nidera.
Maíces con manual de rendimiento
Pero además de un genética diseñada para dar lo mejor en cada lote, hace muchos años que Nidera viene construyendo un know how que se expresa en un sistema de recomendación único.
“La innumerable cantidad de datos que manejamos está volcada en una plataforma digital que utiliza nuestra red exclusiva de distribuidores (RED-IN) y la pone a disposición de los productores sin costo extra con cada compra de semilla. Podemos decir que nadie conoce mejor nuestros maíces que nuestros RED-IN”, dice Lesser.

Es que el conocimiento aplicado al momento de la siembra es un tema clave cuando se siembra maíz. El especialista de Nidera aporta algunos datos: retrasar la siembra fuera de la ventana óptima puede costar más de 1.000 kg/ha/semana. El impacto económico es claramente aún mayor en años Niña.
La implementación de agricultura de precisión, como la dosificación variable de semillas y el ajuste preciso de la densidad híbrido específica ha demostrado mejorar el rendimiento del maíz en un 4,5% promedio, con mayor impacto en ambientes de baja productividad. En el 75% de los casos, el manejo variable fue más eficiente que el fijo.

A su vez, gracias al uso de drones en más de 2.600 lotes, se identificaron calidades de siembra por debajo de lo aceptable, lo cual supone pérdidas de rendimiento por 1,5% por no alcanzar la densidad objetivo. Por desuniformidad espacial, las pérdidas de rendimiento registradas son del 7,4%; 6% por desuniformidad temporal. En total, se produce hasta un 15% de pérdida de rinde por mala calidad de siembra.
“El equipo de asesores de nuestra RED-IN cuenta con toda la información para brindarle a cada productor la mejor recomendación de siembra en base a la combinación de híbrido, ambiente y fecha de siembra. Esos datos, cruzados e interpretados por la inteligencia artificial de la plataforma no son otra cosa que la garantía de que se tomaron las mejores decisiones para sacarle el máximo provecho a la genética”, dice Lesser y acota: “la de la inteligencia aplicada a los cultivos es una carrera que ya está en marcha. Quienes no se involucren con las nuevas tecnologías perderán oportunidades de negocio. Pero quienes se animen a innovar, a aprender y a colaborar, serán protagonistas del maíz del futuro”.
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