El Bhagavad Gita, traducido como “cantar de Dios” o “canto del Señor” es uno de los textos religiosos más conocidos y destacados del hinduismo. Tanto que, a menudo, se utiliza como texto de introducción al hinduismo para los occidentales.
El texto, muchas veces citado por escritores e intelectuales, combina conceptos expresados en otros escritos fundamentales, como los Vedas y los Upanishads, y los sintetiza en una visión coherente de creencia en un solo Dios y en la unidad subyacente de toda la existencia.
En ese sentido, enseña a elevar la mente y el alma para aguzar nuestra visión y reconocer como ilusorias las apariencias que nos engañan y conducen a creer en la dualidad y la multiplicidad. Todos los seres humanos y los aspectos de la existencia constituyen una extensión unificada de lo Divino.
En momentos en que sientes que hacen todo bien, correctamente, y, a pesar de ello, te sientes estancado, las enseñanzas de Krishna pueden ayudar a cambiar la mentalidad y a encontrar la paz y el progreso perdidos.

¿Por qué la vida se estanca, aunque te esfuerces? La respuesta según la Bhagavad Gita
El Bhagavad Gita ofrece una respuesta profunda al estancamiento: puede que estés intentando controlar lo equivocado, porque en la vida no se trata de controlar los resultados, sino de dominar el desapego. Un artículo de Timeslife, afirma que, “quizás el problema no sea que no te esfuerces lo suficiente, sino que intentas guiar un río que debería fluir solo”.
“A menudo intentamos cambiar nuestra realidad arreglando las circunstancias externas, como un mejor trabajo, una relación más sana o un entorno más pacífico. Pero Krishna nos recuerda que la vida no es una serie de eventos aleatorios, sino un reflejo de nuestro estado interior”, agrega el artículo.
Entonces, si no eres feliz en tu trabajo, cambiar de empleo no cambiará mucho si sigues con la misma mentalidad. Si buscas el amor desde un lugar de vacío, ninguna pareja será suficiente. El Bhagavad Gita enseña que el verdadero cambio viene de dentro: cuando tu mente se estabiliza, la vida le sigue.
Como la mayoría, es posible que confundas control con maestría. Crees que si puedes controlar el resultado (la relación, la carrera, el éxito) dominarás la vida. Sin embargo, Krishna enseña que la verdadera maestría no proviene de controlar los resultados, sino de soltar la necesidad de controlar. Enfatiza que lo único sobre lo que realmente tienes control es sobre tus propias acciones, no el resultado. La maestría, entonces, no consiste en controlar la vida, sino en afrontarla con firmeza, sin importar cómo se desarrolle.
Otro aspecto que destaca el artículo es que “a veces la vida no nos da lo que queremos porque sabe más. Todos hemos estado allí: la relación que no funcionó, el trabajo que se nos escapó de las manos, la oportunidad que nunca se materializó. Es fácil ver estos como fracasos. Pero Krishna enseña que la vida no funciona en líneas de tiempo humanas, porque sigue un diseño superior”.
La habilidad de la que habla Krishna no consiste en forzar un resultado, sino en saber cuándo actuar y cuándo soltar. Lo que parece un fracaso puede ser una redirección suave hacia algo mejor, o una lección que aún no estabas listo para recibir. El desapego no es rendirse sino comprender que cuando la vida cierra una puerta, no es rechazo, es un realineamiento.

Por otra parte, sobre todo en la cultura occidental, creemos que la vida debería seguir un cronograma preestablecido (graduarse a los 22, conseguir trabajo a los 25, casarse a los 30 y jubilarse a los 65). Pero, según el Gita, el tiempo no se puede controlar y el universo no sigue calendarios humanos. Que algo no haya sucedido aún no significa que no sucederá, simplemente significa que no está destinado a suceder ahora.
En lugar de luchar contra el tiempo, deja que la vida se desarrolle a su propio ritmo. Tu única tarea es estar presente, porque el tiempo no es tu carga.
También es muy común en Occidente que solo se valore el éxito, sin disfrutar el proceso. En el Gita, Krishna enseña que la plenitud no reside en el resultado, sino en la acción misma. Si escribes para obtener reconocimiento, buscas un ascenso o amas a alguien para sentirte valorado, ya has perdido el objetivo. La sabiduría del Bhagavad Gita reside en encontrar la alegría en el acto mismo. El éxito no es una recompensa, es el resultado de presentarse sin esperar nada a cambio.
Por otra parte, afirma el artículo de Timeslife, “tal vez la vida no esté estancada, tal vez esté en transición”. Agrega que “a menudo confundimos la incomodidad con el fracaso. Pero el crecimiento rara vez es cómodo. La enseñanza de Krishna no es que la vida será fácil, sino que estarás preparado para afrontarla”.
Finalmente, habla de desapego que, dice, no es indiferencia sino confiar en que el resultado no es tu responsabilidad. En el Gita, Krishna no le pide a Arjuna, con quien mantiene un diálogo, que se retire de la batalla, que luche sin apego al resultado. El desapego es un acto de fe: confiar en que, si te presentas con integridad, el resultado se resolverá solo.
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Llevado a la práctica, si estás estancado deberías desconectarte del resultado y centrarte en la acción; dejar de forzar la vida a seguir un cronograma; mide el éxito por la firmeza interior, no por los resultados externos y abandona el control, porque el dominio reside en la confianza, no en la fuerza.
La enseñanza de Krishna no se trata de pasividad, sino de acción alineada. Puede que la vida no esté cambiando porque intentas controlar lo equivocado. Tu trabajo es actuar; el trabajo de la vida es desarrollarse. Cuando renuncias al resultado, dejas de nadar contra la corriente y finalmente empiezas a fluir con ella.