El médico cardiólogo Jorge Tartaglione estuvo en la Expo Rural de Palermo y destacó la importancia de las proteínas de origen animal —y especialmente la carne vacuna argentina— como aliadas fundamentales para el desarrollo humano, desde la infancia hasta la adultez. En un mensaje claro y didáctico, subrayó el valor nutricional de estos alimentos y su influencia en la prevención de diversas enfermedades.
“Las proteínas de origen animal fueron y siguen siendo esenciales para el desarrollo humano”, señaló Tartaglione, quien tiene más de 30 años de experiencia. Y remarcó un dato clave: la carne contiene componentes que no se encuentran en otros alimentos, como es el caso de la vitamina B12, indispensable para el desarrollo neurológico infantil.
“Lo que yo recomiendo es que te sientes con el pediatra y le preguntes: ‘¿Cuándo puedo empezar a darle carne a mi hijo y qué tipo de carne es la adecuada?’”, explicó. “La B12 es fundamental para el desarrollo del sistema nervioso en los chicos”, insistió.
Además, resaltó la presencia de hierro, zinc y otros minerales esenciales en la carne vacuna, claves para fortalecer el organismo y prevenir enfermedades en todas las etapas de la vida.
En palabras del médico, el consumo de carne de calidad y en cantidades moderadas es beneficioso tanto para niños, como para adultos y personas mayores. En la infancia contribuye al desarrollo neurológico; en la adultez, favorece la recuperación muscular tras la actividad física; y en la vejez, ayuda a prevenir la sarcopenia (la pérdida de masa muscular), una condición estrechamente vinculada con enfermedades como la diabetes y patologías cardiovasculares.
“A medida que envejecemos, perdemos masa muscular. Y esa masa solo se recupera con actividad física y una buena alimentación. Las proteínas animales ayudan a evitar esa pérdida, con impacto directo en la salud metabólica”, explicó.
Tartaglione también resaltó la importancia de consumir carne en el marco de una alimentación saludable y con moderación. Citó un estudio que realizó junto al Instituto Cardiovascular de Buenos Aires, publicado en revistas científicas internacionales, en el que se analizó el impacto del consumo de carne vacuna criada a pasto y feedlot durante 28 días consecutivos.
“A las personas se les dieron entre 300 y 400 gramos de carne al día, con controles clínicos exhaustivos. No hubo cambios en colesterol ni en glucemia, siempre y cuando se tratara de una alimentación equilibrada”, aseguró.
Finalmente, Tartaglione fue claro respecto a las nuevas tendencias alimentarias. “Si alguien quiere ser vegano o vegetariano, me parece perfecto, siempre que lo haga acompañado de un médico o nutricionista. Que le expliquen qué variantes tiene que incorporar para no tener déficits”, dijo.
“Todo el mundo tiene derecho a elegir cómo comer. Pero si tu hijo quiere ser vegano, sentate con él y con un nutricionista. Es una decisión que hay que tomar con información y con respaldo médico”, concluyó.