Los “días de” sirven, al menos, como recordatorio. Y este 31 de marzo se celebra el Día del Backup en todo el mundo: el respaldo de la información, cada vez más olvidado por el usuario promedio, sigue siendo crucial en un mundo en constante cambio, donde no tener un plan B puede salir muy caro.
El backup existe desde que existe la información. Antes de la digitalización, las copias físicas siempre se realizaban por duplicado o incluso triplicado en casos de alta importancia, como documentos, fotos y videos. En la era actual, hay múltiples opciones para hacer copias de seguridad y proteger la información.
“El teléfono guarda hoy, para la mayoría, los archivos de mayor valor sentimental: nuestras fotos y videos. Además, se ha convertido en una herramienta de trabajo con múltiples tipos de archivos. A fin de cuentas, el celular contiene los mismos componentes que una PC en cuanto a su configuración: una CPU, memoria RAM y una unidad de almacenamiento. Tanto Android como iOS ofrecen respaldo en la nube”, explica a este medio Jean Pierre-Cecillon, director Regional Sudamérica Hispana de Kingston, uno de los mayores fabricantes de memorias y dispositivos de almacenamiento del mundo.
Pero, como se dice en el ámbito de los sistemas: “La nube es la computadora de otro”, lo que significa que esos datos están almacenados en un equipo físico en algún lugar del mundo y, si ese equipo sufre problemas, la información puede perderse o no estar disponible cuando se la necesite.
Por todo esto, siempre es bueno recordar algunas buenas prácticas sobre cómo, cuándo y con qué frecuencia hacer respaldos de información.
La siempre vigente regla 3-2-1

“En Kingston seguimos recomendando que el backup ideal siga la conocida regla 3-2-1: tres copias en dos medios distintos, con una almacenada en una ubicación diferente. Este es un escenario ideal que, aunque está lejos de ser seguido por la mayoría de los usuarios, busca garantizar la longevidad de los respaldos y la seguridad de acceso, incluso en casos extremos como incendios o inundaciones. Para estos casos, el surgimiento de la nube es una opción bastante válida”, explica el especialista.
La norma 3-2-1 proviene del libro The DAM Book: Digital Asset Management for Photographers. “Establece que debe haber al menos tres copias de los datos, almacenadas en dos tipos diferentes de medios de almacenamiento, y una copia debe mantenerse fuera del sitio, en una ubicación remota”, explica Nicolás Wolovick, Doctor en Ciencias de la Computación por la Universidad Nacional de Córdoba.
Agrega: “Esta regla surgió de un usuario dedicado a la fotografía digital, pensando en su capital, las fotos digitales. Es una regla muy simple y efectiva: debe haber al menos tres copias de los datos, almacenadas en dos tipos diferentes de medios de almacenamiento, y una copia debe mantenerse fuera del sitio”.
“Para ponerlo en un ejemplo, podríamos almacenar los videos de una vieja cámara de 2007 en el disco duro de la PC (copia 1), tener además una copia en un pendrive (copia 2) y otra en un disco duro que no esté en nuestra casa (copia 3)”, añade el especialista en Computación de Alto Rendimiento (HPC).
Ahora bien, dado que es poco probable que el usuario promedio siga esta logística más profesional, al menos debería adoptar una regla básica: descargar los contenidos del teléfono celular y la computadora a un disco externo.
De esta forma, la información estará en la nube del proveedor, en el equipo y en un dispositivo separado (el disco externo).
Ya es un escenario mucho mejor que el de la mayoría de los casos.
Seguridad: más razones para respaldar

No solo hay que pensar en la pérdida de información, sino también en el riesgo de robo de datos en un contexto creciente de ciberataques.
Esto es aún más crítico cuando hablamos de empresas o entidades estatales. “Además, existen riesgos en torno a la ciberseguridad y la privacidad de nuestros datos. Esto es especialmente sensible para empresas y organizaciones. Lamentablemente, 9 de cada 10 organizaciones sufrirán un ciberataque durante 2025. Los ciberdelincuentes se adaptan constantemente a las nuevas tecnologías y se centran en los datos más valiosos o regulados para optimizar sus posibilidades de extorsión, incluso atacando las copias de seguridad”, explica Sergio Oroña, fundador de Consulting Services y CEO de Sparkfound.
“Según Exagrid, una de las tendencias de almacenamiento en 2025 será garantizar que la información del backup esté distribuida en diferentes locaciones, con múltiples copias en diversas ubicaciones para asegurar la continuidad del negocio en caso de un incidente en el sitio principal”, agrega.
Dónde y con qué frecuencia hacer backups

“En cuanto a ‘dónde’ conviene hacer el backup, depende mucho del tamaño y la cantidad de datos a respaldar. Siempre hay que considerar que al menos una de las copias sea de fácil acceso y rápida. Para Kingston, los USB y los SSD externos son dos de los medios ideales para el respaldo. En el caso de los teléfonos celulares, están surgiendo soluciones con conectores USB-C que permiten conectarlos a un SSD externo, como nuestros modelos XS1000 y XS2000”, sugiere el especialista de Kingston.
Además, los backups se pueden programar. “Hoy existen diversas opciones de software para automatizar el respaldo, definiendo su regularidad (diaria, semanal, mensual u otra). Se pueden programar con herramientas como Windows Backup, Time Machine de Apple o software específico de respaldo. La nube también permite configuraciones automáticas, lo que soluciona el problema de ‘olvidarse’ de hacer un backup”, agrega.
Y más allá de los SSD, los discos mecánicos clásicos siguen siendo una excelente opción para almacenar ‘datos fríos’, es decir, información a la que no se necesita acceder de manera frecuente.
“Incorporar este hábito al listado de buenas prácticas, es clave para mantener la integridad de nuestros archivos e información confidencial. Para comenzar, es muy importante conocer qué tipos de backups existen y también identificar en dónde será almacenada. En esa línea, es necesario determinar qué información será respaldada y cómo, valorando los datos y estableciendo cuáles tienen mayor importancia según nuestras preferencias, el tipo de trabajo que se haga con dichos datos, y también el objetivo o utilidad que tengan.”, comenta Camilo Gutiérrez Amaya, Jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.
Por todos estos motivos, ya sea para un usuario final o una empresa, es importante recordar cada 31 de marzo que tener una estrategia de respaldo de información es un proceso continuo, no un resultado final.
A fin de cuentas, los responsables del cuidado de la información somos nosotros mismos.