Si querés que tu jardín cambie radicalmente en pocas semanas, hay una planta que no falla: el bambú. Esta especie, que en realidad no es un árbol, sino un miembro gigante de la familia de las gramíneas, puede crecer a una velocidad asombrosa: más de un metro por día en ciertas variedades.
El bambú no solo es rápido: es versátil, elegante y resistente. Su tallo hueco, de aspecto estilizado, es ideal para dar un toque moderno, tropical o incluso zen a cualquier espacio exterior o interior. Además, es una planta sustentable, ya que se reproduce sola y no requiere replantar tras la cosecha, lo que la convierte en un recurso renovable ideal para paisajismo y arquitectura verde.
Según registros históricos y científicos, el bambú es la planta de más rápido crecimiento del planeta, de acuerdo a un artículo del sitio web Guadua Bamboo. Algunas especies como Madake (Phyllostachys reticulata) o Moso (Phyllostachys edulis) llegaron a crecer hasta 121 centímetros en 24 horas, según observaciones en Japón.
Esto se debe a que sus brotes emergen del suelo ya con el diámetro que tendrán de adultos y no engrosan con los años, como ocurre con los árboles. Crecen en segmentos o “nudos”, expandiéndose rápidamente hacia arriba durante sus picos de desarrollo, que varían según la especie y las condiciones climáticas.
Otro dato curioso: algunas especies crecen más durante el día (como las Phyllostachys), mientras que otras tropicales lo hacen mayormente de noche, como el Dendrocalamus strictus o el Bambusa oldhamii.
Aunque es originario de Asia (principalmente China y Japón), el bambú se adapta muy bien al clima de varias regiones de Argentina, especialmente en zonas templadas y húmedas. Los bosques de bambú natural se encuentran principalmente en áreas tropicales y subtropicales, pero muchas especies también prosperan en patios, balcones o jardines urbanos si se les dan los cuidados adecuados.
Si te tentaste con la idea de tener bambú en tu jardín o en una maceta, estos son los cuidados básicos para que crezca fuerte y rápido:
El bambú puede transformar un espacio en semanas. Es ideal si buscás una cortina natural, sombra rápida o simplemente un jardín con más vida y movimiento. Su aspecto limpio y vertical da sensación de orden, frescura y modernidad. Además, su cultivo no daña el ambiente y se renueva constantemente sin intervención humana.