James Donaldson, también conocido como “Mr. Beast”, es un youtuber norteamericano que tiene en la plataforma de videos 395 millones de suscriptores. En las últimas horas generó un verdadero rrevuelo en México por haber conseguido inéditos permisos para grabar en video, con drones, templos de 2 mil años de antigüedad. “No puedo creer que el gobierno nos permita hacer esto”, dijo.
La visita del creador de contenidos, que en X cuenta con más de 30 millones de seguidores, a sitios arqueológicos emblemáticos de México provocó que la presidenta Claudia Sheinbaum pidiera este miércoles aclarar bajo qué condiciones se le otorgó el permiso para ingresar a esos lugares.
Mr. Beast tiene 394 millones de suscriptores en YouTube y su video titulado “Exploré templos de 2.000 años de antigüedad” fue publicado el 10 de mayo y tiene casi 60 millones de reproducciones.
En el material, el youtuber visita las ciudades mayas de Calakmul, Chichen Itzá y Balamcanché, en el sureste de México. Al ingresar en el interior de una pirámide, dice: “No puedo creer que el gobierno nos permita hacer esto”, lo que generó críticas de varios usuarios.
I remember when videos used to get 37 views in a day not 37 million. I appreciate everyone that watches the videos and just know I would personally thank each of you if it was physically possible ❤️ pic.twitter.com/EPXf2v070A
— MrBeast (@MrBeast) May 12, 2025
Uno de ellos comentó: “¿De qué privilegios goza ese extranjero de grabar videos en lugares de donde ni a los mexicanos nos dejan pasar?”.
“Le falta el respeto a la cultura solo por sus likes”, dijo otra usuaria.
Sin embargo, algunos de sus seguidores celebraron el contenido y señalaron que la celebridad digital siempre se condujo con respeto.
Repercusiones políticas, explicaciones y demandas tras la polémica visita de Mr. Beast
La presidenta Sheinbaum recordó este miércoles que esos lugares están protegidos por el Instituto Nacional de Arqueología e Historia (INAH).
“La información es que tenía permiso del INAH, y ya que el INAH nos diga bajo qué condiciones se dio este permiso. Y si se violó el permiso, entonces qué sanciones provienen”, dijo la jefa de estado.
Como respuesta, a través de comunicado del 12 de mayo, el INAH dijo que el material se realizó con solicitudes formales ante la Secretaría de Turismo federal y los gobiernos estatales de Yucatán y Campeche, donde están ubicadas las ruinas.
El instituto aclaró que algunas zonas que visitó Mr. Beast no son áreas abiertas al público usualmente, aunque se puede acceder a ellas tramitando una visita programada.
“En todo momento de las grabaciones hubo personal del instituto supervisando que se respetaran las medidas de cuidado y seguridad establecidas, y que no hubiera ninguna afectación al patrimonio arqueológico”, dijo.
Aclara además, en esa primera instancia, que gracias a trabajo de postproducción, se ven imágenes que en realidad no ocurrieron, como el descenso de parte del equipo del youtuber desde un helicóptero. Por lo que las normas y permisos fueron por carriles legales y preestablecidos.
En relación con el video difundido por el youtuber Mr. Beast, el Instituto Nacional de Antropología e Historia informa que siempre estará abierto a las propuestas audiovisuales que contribuyan al conocimiento y la difusión del patrimonio arqueológico y cultural de México. pic.twitter.com/0GfS8KIygX
— INAH (@INAHmx) May 15, 2025
Sin embargo, este jueves, el mismo organismo manifestó: “En relación con el video difundido por el youtuber Mr. Beast, el Instituto Nacional de Antropología e Historia informa que siempre estará abierto a las propuestas audiovisuales que contribuyan al conocimiento y la difusión del patrimonio arqueológico y cultural de México”.
Y añadió: “Lo que el INAH reprueba enérgicamente es que haya quienes se aprovechen de la buena disposición de las instituciones para violentar los términos de las autorizaciones otorgadas”.
Tras un serie de explicaciones en la misma publicaciones, informa que demandará a Mr. Beast. “INAH ha interpuesto una demanda administrativa contra dicha empresa productora, exigiéndole el resarcimiento de daños, y la retractación pública, ante el incumplimiento de los términos de los permisos de buena fe emitidos por la institución”.