Con sigilo y mientras la Selección Argentina goleaba a Brasil en el Monumental, desde el Ministerio de Seguridad de la Nación trascendían este martes cambios estratégicos. Patricia Bullrich decidió desplazar a Ricardo Ferrer Picado de su cargo de director nacional de Inteligencia Criminal.
El cambio sonaba hacía unos días pero se determinó cuando la ministra logró repatriar al reemplazante: se trata de Ramiro Anzit Guerrero, un especialista en el área que estaba trabajando en la sede de Interpol en Lyon, Francia, por recomendación de la propia Bullrich. Los dos trabajaron juntos en el paso por el Ministerio de Seguridad durante el gobierno de Cambiemos.
Desde el entorno de la ministra se encargaron de negar que la modificación en el organigrama tuviera que ver con los operativos de las fuerzas federales y sus intervenciones en las marchas frente al Congreso que se sucedieron en las últimas semanas, en particular, por los cuestionamientos ante las graves heridas que sufrió el fotógrafo Pablo Grillo por un proyectil de gas lanzado contra él por un agente de Gendarmería.
“No hay temas en discusión. El operativo fue perfecto por parte de nuestras Fuerzas Federales. No hay internas dentro del gabinete”, descartaron desde Seguridad. Y plantean que el corrido funcionario Ferrer Picado seguirá cumpliendo un rol en el ministerio, aunque en un puesto aún no determinado.