Después de interpretar a Sharpay Evans en High School Musical, Ashley Tisdale se convirtió en un ícono para toda una generación. Pero la trayectoria de la actriz, que este miércoles cumplió 40 años, va mucho más allá de aquel rol de una chica millonaria amante del rosa, que quiere que todo a su paso brille como un diamante.
Ashley Tisdale empezó su carrera como actriz de doblaje, con roles pequeños en películas como Bichos y An All Dogs Christmas Carol. Pero en 2005, a los 20 años, le llegó su gran oportunidad: la de convertirse en una auténtica chica Disney. Y a pesar de que técnicamente ya se le había pasado un poco la edad para ser una estrella infantil, sus trabajos para esa cadena de televisión dejaron una marca imborrable.
Su primer rol para Disney fue en la serie Zack y Cody: Gemelos en acción. Allí interpretó a Maddie Fitzpatrick, una estudiante de secundaria cuya familia era de clase media baja, por lo que se veía obligada a trabajar en sus tiempos libres como empleada en un lujoso hotel de cinco estrellas. Estar en ese ambiente la lleva a enfrentarse siempre a burlas por su falta de estilo y de clase.
Lo que nunca se imaginó Tisdale fue que, un año más tarde, le llegaría una propuesta que le cambiaría la vida: ser Sharpay Evans en High School Musical. Para ello, tuvo que ponerse en la piel de una chica que era todo lo opuesto a su personaje en la serie protagonizada por los gemelos Sprouse, que continuó grabando en paralelo por un par de años más.

El personaje que marcó su carrera
A pesar de que en las tres películas de High School Musical, Tisdale se pone en el rol de antagonista de la historia, algo muy particular pasó con su personaje. De repente, se convirtió el preferido de todos los niños amantes de la trilogía dirigida por Kenny Ortega.
Quizás muchos dirán que esto sucedió por la estética soñada del personaje, ya que absolutamente todo lo que la rodeaba era rosa. Sin embargo, para muchos otros, esto fue pura y exclusivamente por la impronta única y el notable esfuerzo que puso la actriz para convertirse en Sharpay.
En una entrevista con People, la misma Ashley admitió que ella le puso su propia perspectiva al trabajo. “Pensaba que Sharpay era popular, y la interpreté como si lo fuera. Y el director lo potenció. Realmente me hizo sentir que era popular. Pero lo gracioso es que ella no es la chica popular. Es la reina del drama. Mi marido me dice: ‘Eso es lo gracioso de cómo lo interpretaste. Realmente pensaste que eras popular'”, explicó.

Durante la misma charla, reconoció lo mucho que es consciente de lo que significa Sharpay Evans para toda una generación: “Sharpay es la madre de todo el mundo. Ella sigue volviendo en memes y la gente sigue hablando de ella y cantando las canciones. Y yo pienso que, de todos en High School Musical, mi personaje es el más icónico. Es genial”.
Al parecer, Ashely no es la única que opina que su personaje es el mejor de High School Musical, ya que, en 2011, una vez que terminó la saga, Sharpay fue la única alumna de East High que tuvo su propio spin-off, La fabulosa aventura de Sharpay.
La vida después del éxito mundial

Una vez que la vorágine del éxito de High School Musical bajó, Ashley continuó con Disney, prestando su voz para la exitosa serie animada Phineas y Ferb, en la que sigue trabajando en la actualidad, ya que recientemente se renovó para una nueva temporada. En el medio, tuvo un par de participaciones menores en películas, siendo Scary Movie 5 la más conocida de ellas.
Mientras todo esto ocurría, en 2013, Tisdale conoció a Christopher French, con quien se casó un año después. En 2020, tuvieron a su primera hija juntos, Jupiter. El año pasado, volvieron a agrandar la familia con la llegada de la segunda nena, a la que llamaron Emerson Clover.
En las redes sociales, donde siempre se mantiene muy activa, la actriz se muestra constantemente con sus hijas, y trata de ser muy transparente a la hora de mostrar su vida como mamá. A diferencia de otras personas de Hollywood, Ashley no tiene problema en mostrarse en pijama, sin maquillaje o con el pelo hecho un desastre. Y esa, justamente, es una de las cosas que la mantienen bajo el respaldo de una sólida base de fans, que la bancan en todos sus proyectos.

Toda una empresaria
En 2022, Ashley decidió que era momento de dejar la vida tranquila de ama de casa con trabajos ocasionales para dedicarse tiempo completo al desarrollo de su propia empresa. Así nació Being Frenshe, cuyo nombre surge de un juego de palabras entre el apellido de su esposo y el pronombre “ella” (“she” en inglés).
Antes de ser una línea de cosméticos, Frenshe era el nombre el blog de salud mental y cuidado personal que escribía la actriz, para ayudar a millones de mujeres alrededor del mundo a sobrellevar sus problemas diarios sin descuidar el autocuidado. Tal fue su éxito, que terminó convirtiéndose en una empresa.

La marca, que cuenta con velas, cremas corporales, aceites esenciales y hasta una línea de cuidado capital, está enfocada en el en el bienestar. Además, todos sus productos tienen precios bajos, con el objetivo de ser accesibles sin perder la calidad.
Si bien todos los productos de Being Frenshe tuvieron éxito, fue la línea capital la que llevó a la marca al siguiente nivel. Esto se debe a que cada producto fue desarrollado con especial cuidado, debido a que Ashley batalla con su pelo desde hace años.
Desde adolescente, Tisdale padece de alopecia, una enfermedad autoinmune que provoca la caída masiva del cabello. Por ello, le puso especial atención a los productos de su marca, y esto sin dudas dio resultado.

Hace unos meses, la actriz llegó a un acuerdo millonario para vender sus tratamientos capilares en la mega cadena de supermercados Target, lo cual la catapultó hacia el éxito económico. Y si bien sus éxitos en el mundo del entretenimiento siguen, logró demostrar una vez más que es mucho más que una cara bonita.