Sorprendente resultó la victoria 1 a 0 que Panamá logró el jueves ante Estados Unidos en una de las semifinales de la Liga de Naciones de la Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Fútbol (Concacaf). Y sorprendente también fue la celebración del tanto que dio el triunfo a los centroamericanos en el SoFi Stadium de Inglewood: su autor, Cecilio Waterman, y algunos de sus compañeros se montaron a una tarima que estaba detrás de uno de los arcos y terminaron abrazados con el exgoleador francés Thierry Henry, quien estaba allí comentando el encuentro.

Después de 94 minutos de juego somnífero, en los que los arcos no habían sido más que piezas ornamentales en el terreno, los Canaleros aprovecharon su única jugada de riesgo y se llevaron el premio mayor ante el combinado dirigido por Mauricio Pochettino: su estrella, Adalberto Carrasquilla, asistió a Waterman y el atacante de 33 años batió al cancerbero Matt Turner con un potente zurdazo cruzado.

A todas luces, el tanto ameritaba un efusivo festejo. Waterman, que había ingresado al campo 24 minutos antes en reemplazo de José Fajardo, no se anduvo con chiquitas: se quitó la camiseta, corrió enfervorizado, saltó las vallas publicitarias y trepó a una tarima desde donde se estaba realizando la transmisión televisiva de la cadena CBS, a cargo de la periodista Kate Scott y de Henry. El delantero que se desempeña en Coquimbo Unidos de Chile abrazó al francés y enseguida se sumaron otros jugadores panameños, mientras Scott intentaba escapar del amontonamiento humano.

“Ayer vino gente de la Concacaf al hotel y me preguntaron quién era mi ídolo de chico, yo dije que era Henry. Tu fuiste una inspiración para mí”, le dijo Waterman al exgoleador en una improvisada charla después del encuentro. “Fue una locura. Te vi cuando hice el gol y tenía que ir a saludarte”, añadió el panameño. “Me pasaron muchas cosas en mi carrera, pero esto es diferente. Es la mejor celebración que vi en mi vida”, le respondió el campeón mundial en 1998 con Les Bleus.

Este tanto de Waterman sirvió para que Panamá se convirtiera en el primer seleccionado centroamericano en acceder a una final de la Liga de Naciones de la Concacaf y además le puso fin a la hegemonía de Estados Unidos en este certamen: se había consagrado campeón en las tres ediciones disputadas (en 2020, 2023 y 2024).

“Panamá tiene que estar orgullosa de lo que hicimos. De la única manera que se puede vencer a Estados Unidos es con este compromiso, esta disciplina y este orden táctico. Y también la suerte tiene que acompañarte. Hoy nos ha acompañado”, aseguró el danés Thomas Christiansen, entrenador del conjunto vencedor, quien declinó abordar las implicaciones políticas de este resultado en momentos en que las relaciones entre ambos países se han tensionado a raíz de las amenazas del presidente Donald Trump de recuperar el Canal de Panamá.

Por su parte, Pochettino fue muy crítico del rendimiento de su equipo. “Estoy muy decepcionado porque creo que la forma en que afrontamos el partido no fue la adecuada. Hay que encontrar la manera de competir mejor. Somos Estados Unidos, pero no podemos ganar con la camiseta. Tenemos que demostrarlo, ser mejores, sufrir. Si no, esto no va a ser diferente”, recriminó el exentrenador del Tottenham y Paris Saint-Germain.

El domingo a las 22.30 (hora de Argentina) en el SoFi Stadium, Panamá jugará la final de la Liga de Naciones ante México, que en la otra semifinal derrotó 2 a 0 a Canadá con dos tantos de Raúl Jiménez y accedió al encuentro decisivo del certamen por tercera vez y por segunda ocasión consecutiva. Esta será una revancha de la final de la Copa de Oro 2023, que los mexicanos ganaron 1 a 0 con un gol de Santiago Giménez.





Fuente Clarin.com

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