Desde el 21 de diciembre, el módulo de exposiciones y la muestra “Recorrido histórico de la ciudad desde una mirada arquitectónica” se puede visitar en el parque del Museo Casa sobre el Arroyo.
El pabellón temporario construido con madera y sogas alberga una exposición conmemorativa del 150° aniversario de la ciudad de Mar del Plata.
Este centro de interpretación es el resultado de un concurso provincial de ideas y anteproyectos, a dos vueltas – promovido por el CAPBA distrito IX-, del que resultó seleccionada la propuesta del equipo compuesto por los arquitectos locales Pablo Fidel Rescia, Andrés Tapia Avalos, María José Díaz Varela, Alfonso Trueba y Julián Verón.

Y se ajusta al pedido de las bases de “repensar la arquitectura ligada a las nuevas y diversas formas de utilizar el espacio público”.
Instalación efímera
La versatilidad del dispositivo a construir permite que se implante en diferentes locaciones sin perder su significado. El módulo se materializó a partir de un convenio de colaboración firmado entre el CAPBA distrito IX y el Ente de Turismo y Cultura de la Municipalidad de General Pueyrredón. En ese sentido, al final de la temporada de verano, el pabellón podría relocalizarse en otro sitio.

“La propuesta evita cualquier referencia directa o mímesis de los lugares comunes desde donde Mar del Plata ha sido vista a lo largo de su historia -destacan los autores- . “Su condición efímera refiere a un artefacto que sea ícono de sí mismo, con una profundidad de lectura que implique una pluralidad de situaciones que permitan una reconstrucción histórica a partir de la experiencia de cada visitante”.

Su planta circular, de 10,80 m de diámetro, evita aludir formalmente a ninguna condición arquitectónica, del entorno o de la historia urbano arquitectónica de la ciudad.
El módulo se desarrolla en una trama de vigas que constan de dos secciones longitudinales, superior e inferior, de 1”x 4” y montantes de 1” x 3”. Las vigas tienen alturas de 0,60 m (16 vigas) y 0,40 m (24 vigas); y un largo de 3,60 m en todos los casos. Esta diferencia en la altura permite el encastre entre ellas y la adopción de diferentes formas de organización.

Esta trama está sostenida por 4 módulos de columnas de 1,20 x 1,20 m compuesto por 4 postes de 3”x 3” unidas por soleras de 2”x 6” en 6 posiciones a lo alto de dichas columnas, que enlazan las secciones verticales de apoyo. A su vez, tienen en su parte inferior un cajón de fenólico lleno de arena que actúa como “muerto” para anclar el dispositivo sin agredir el piso existente.
Entre columnas y vigas se utilizaron elementos de sujeción tipo prensas metálicas, compuestas por varillas roscadas, tuercas y arandelas de acero inoxidable, para no alterar las secciones de vigas en sus diferentes posiciones.

Estas columnas dejan libre el perímetro, configurando un recorrido exterior, que se cierra con una trama textil de cabos trenzados, propios de las artes de pesca, amarrados a costillas compuestas de secciones de 1”x 4”, sujetas de las ménsulas que conforman la trama de vigas y dan la forma final del módulo.
Lo textil hace del objeto arquitectónico un “canasto”, en alusión a los “mediomundos” o a la silla playera marplatense, que son evocados por este medio expresivo. El límite alude así al perfil productivo de la ciudad, complejizando la visión común de ciudad turística.
Esta trama no llega al piso para enfatizar su condición etérea, buscando que el pabellón se convierta en un espacio de intercambio sensorial, entre el ámbito generado por un lienzo semivelado y los paneles en voladizo, que son los que exhiben el argumento histórico de la exposición.
“En síntesis, se busca desde un artefacto simple, en su construcción, en su materialidad y en su forma, una visión compleja de la historia de la ciudad, de su crecimiento y de su porvenir”, resumen los autores.