Casi un minuto y medio de un riff de teclado adhesivo como un pegamento resistente al agua. Y, luego, una voz con todos los tics de los años ’80 que aúlla “We are living together…”.
¡Acertaron! Así empieza The Final Countdown, canción que tituló el tercer disco de la banda sueca de hard rock (o soft metal, según el grado de purismo) Europe, publicado en 1986, que llegó al octavo puesto en el ranking de Billboard y que, junto a la balada Carrie, llevó al combo a la cima de su popularidad mundial.

Descenso en las ventas, separación, reunión y vuelta a los escenarios. El derrotero de Europe no difirió del de muchos de sus colegas. De este modo, y en el marco de una nueva edición del Festival Monsters of Rock, Europe, junto a Judas Priest, Scorpions, Opeth, Queensrÿche y Savatage, volverá a la Argentina el próximo 26 de abril en Tecnopolis.
El cantante escandinavo
Y así es como Joey Tempest, cantante del combo escandinavo, está sentado frente a su computadora en su hogar londinense para conversar con Clarín, mientras alterna como un tic entre sus anteojos de sol y sus gafas recetadas. A continuación, el diálogo.
-Esta es la cuarta visita de Europe a la Argentina. ¿Qué recordás de las anteriores, y cuál es tu opinión sobre el público argentino?
-¡Hemos pasado momentos grandiosos allá! Fuimos a muchos clubes a escuchar muy buena música, y también hemos ido a comer y a beber vino. ¡Tienen muy buen vino en la Argentina! Todos los recuerdos son muy buenos, los shows han sido asombrosos y este próximo será espectacular.
-Imagino que un show en un festival para un grupo como Europe es un show más corto y mucho más contundente. ¿Qué nos podés adelantar?
-Es tal cual decís, ya que compartiremos escenario con otras bandas. Será un show más corto y más compacto, pero no por eso menos energético. De nuevo: amamos ir a Buenos Aires, y también amamos estar en un lugar así con nuestros colegas. Es algo especial para nosotros. Por ejemplo, somos muy amigos de los integrantes de Opeth, que son suecos como nosotros, por lo que casi seguro que nos iremos de fiesta con ellos.

-Suecia tiene una gran y dispar tradición en cuanto a grupos de pop y de rock. Podemos hablar tanto de ABBA y Roxette como de grandes bandas de hard y prog rock como ustedes, Opeth, Ghost o Cult of Luna, por nombrar algunas. ¿Cómo surge esa tradición?
-Es una pregunta muy interesante, y muy difícil de responder. ABBA fue un grupo pionero en tener un gran suceso internacional, pero tenés que saber que hubo muchas bandas antes que ellos, muy buenas pero no tan exitosas. En Suecia la gente tiende a especializarse y tocar muy bien sus instrumentos. ¡Creo que eso tiene que ver con estar sentados horas y horas practicando en total oscuridad!
Recuerdo que Yngwie Malmsteen, que también es sueco, me dijo la primera vez que lo vi que de chico practicaba unas diez horas por día en el sótano de su casa sin parar. Lo mismo le pasaba a John Norum, que si bien es noruego toca en Europe. No tengo una respuesta exacta salvo esto que te digo de la oscuridad de nuestros inviernos (risas). Pero sí te puedo decir que es algo cool y melancólico al mismo tiempo, que suele influir en las letras con una energía que al final se transforma en algo positivo.
-Lo interesante es que se manejan entre extremos musicales, entre el metal y el pop, con casi nada en el medio…
-Pero esos extremos producen, precisamente, amor extremo entre sus fans.
La evolución de Europe
Con respecto a sus comienzos, Joey recuerda que, “Cuando era chico mi hermana tocaba el piano y la guitarra en casa. Cuando creció dejó de hacerlo, y así fue como encontré esos instrumentos, más que nada el piano. Al mismo tiempo empecé a escuchar a David Bowie, Elton John y Mott The Hoople en la radio. Más tarde me pasé a Deep Purple, Whitesnake y Rainbow. ¡Eso me hizo soñar que podía vivir tocando y de gira como Deep Purple! Mi viaje, que aún hoy continua, empezó escuchando la radio. Eso me hizo querer tener mi propia banda”.

-¿Cómo fue, tiempo después, encontrarte con esos héroes en la vida real, pero ya como pares?
-¡Fueron momentos grandiosos! Me acuerdo cuando conocí a Phil Lynott de Thin Lizzy en un club muy pequeño de Estocolmo. Yo era muy joven y él, que ya era una leyenda, fue muy amable conmigo. En el Monsters of Rock tocaremos con Scorpions, que es una banda con la que compartimos un montón de momentos. Siempre es un placer tocar en el mismo escenario que ellos o que Judas Priest. Para mí aún es asombroso encontrarse con esas bandas que uno supo escuchar.
-¿Cómo evolucionó el show de Europe a través de los años?
-Todo cambió desde que regresamos en 2003, ya que a partir de allí publicamos seis discos, y los fuimos incorporando a nuestro repertorio, alternando con las canciones que la gente más conoce y quiere escuchar. Somos la misma banda, nos conocemos desde adolescentes, pero cambiamos y evolucionamos de manera colectiva e individual. Somos los mismos rockeros, pero un poco más melódicos (risas).
-Muchos músicos que han tenido hits dicen que estas canciones, con el tiempo, ya no les pertenecen a ellos sino que son del público. Ustedes tuvieron The Final Countdown y Carrie. ¿Estás de acuerdo con esa opinión?
-Muchas grandes canciones suelen volar por sí mismas y adquirir vida propia, es verdad. Pero nosotros estamos demasiado conectados con nuestras performances en vivo, con el momento en el que tocamos esas canciones, ya sea en shows propios o en festivales. Y son esos momentos en los que todo el público está unido, y aún hoy nos sorprende. Y más hoy, porque unimos distintas generaciones de fans. Nunca soñamos con algo así.
–The Final Countdown fue utilizada como soundtrack de centenares de eventos. ¿Cuál recuerdas como tu preferido?
-Fue utilizada para películas, para eventos deportivos, y para un montón de cosas más. Pero la verdad es que lo que me interesa de esa canción es su poder de unión entre la gente.
-Por último, ¿cómo es el futuro del grupo tras esta gira?
-Te puedo decir que este año se estrenará un documental oficial de Europe. Tenemos mucho material de archivo viejo y de estos últimos años, y teníamos ganas de contar nosotros nuestra propia historia. Y durante nuestro otoño entraremos nuevamente al estudio para tener música nueva el año próximo. Ambas cosas nos tendrán ocupados. Estamos muy felices hoy de tener un pie en el pasado y el otro en el futuro. Somos muy afortunados.