En los primeros dos meses de 2025 hubo 56 víctimas de violencia de género. Un femicidio por día. A seis de cada diez mujeres las mató su pareja o un ex. Siete de cada diez fueron asesinadas en sus casas. Más de 50 chicos se quedaron sin mamá.
Son datos de La Casa del Encuentro, una asociación civil que lleva adelante el registro de femicidios y acompaña a mujeres en situación de violencia. Ante la ausencia del Estado -el gobierno libertario dio de baja todas las políticas de género-, no dan abasto con la atención. Muchas organizaciones están por quedarse sin financiamiento.
La violencia crece y el dinero para sostener a victimas y sobrevivientes no alcanza. No es sólo la crisis económica. Son los ataques sistemáticos a todo lo relacionado al “género”. “En Argentina, el discurso antifeminista en redes se caracteriza por un alto grado de deslegitimación”, dice el informe “Sin filtro” de la consultora Llorente y Cuenca.
“El contrafeminismo se define por ser un grupo radical“, “la radicalización de la conversación puede influir en que los hombres jóvenes se acerquen peligrosamente hacia el grupo contrafeminista“, “el grupo contrafeminista cree que el movimiento feminista es un peligro para la familia y los valores tradicionales”, “las redes sociales amplificaron la polarización de género, favoreciendo la propagación de discursos machistas, especialmente entre los jóvenes”, “las redes sociales se consolidaron como una herramienta de ataque”. Son otras conclusiones de este estudio que analizó 8,5 millones de mensajes en X en doce países de Latinoamérica y Europa y Estados Unidos.
“En Argentina, la conversación antifeminista tiene mayor presencia que en otros países. En contraste, las comunidades feministas y pro-igualdad producen un 6% menos de contenido”, concluye el informe. Es un gran desgaste discutir en redes, en un contexto en el que imperan las fake news.
Seis de cada diez personas pobres son mujeres. La brecha salarial entre hombres y mujeres es del 26,7%. Hubo casi 5.000 femicidios desde 2008 a hoy. Los datos están, hay un montón de evidencia sobre la desigualdad, pero la realidad parece no importar:
Hace más de un siglo que las mujeres luchan por derechos civiles, sociales y políticos. Los avances han sido notables, pero la resistencia también lo es en momentos de extremismo. Por eso, en este 8M, Día de la Mujer,habrá manifestaciones en todo el mundo que ya anuncian: “Ni un paso atrás”.