Una nena de 10 años murió en el Palacio de Versalles y nadie sabe por qué. Se desplomó de un momento a otro durante una visita turística con su familia al viejo castillo de Luis XIV. La investigación todavía está en curso.
La tragedia tuvo lugar a las 18:15 del martes 1 de julio en uno de los patios del palacio. La niña, nacida en el estado de Virginia, en Estados Unidos, se encontraba de vacaciones.
Según trascendió en medios locales, se cree que sufrió un paro cardíaco provocado por la ola de calor que hace arder a Europa desde comienzos de semana.
Aunque el Servicio Móvil de Urgencia y Reanimación (SMUR) y los bomberos la atendieron rápidamente, los intentos de reanimación no tuvieron éxito. Confirmaron su muerte una hora después del desmayo.
Una ola de calor que afectó a gran parte de Europa hizo que París activara su alerta roja por primera vez en cinco años.
Las temperaturas superiores a los 40 °C ya causaron varios fallecimientos, así como también alteraron el orden cotidiano con el cierre de escuelas y las modificaciones de tránsito.
La ministra francesa de la Transición Ecológica, Agnès Pannier-Runacher, dijo que es una situación “nunca vista”, y advirtió que las temperaturas podrían alcanzar hasta 41 °C en distintas zonas del país.
El jueves, las temperaturas descendieron notablemente en la mitad noroeste del país, lo que abarca al área de París, si bien aún permanecen en alerta naranja -la segunda más grave- en el sureste, según informó Météo France.
Se trata de 17 de los 101 departamentos del país, con temperaturas máximas que deben alcanzar entre 32 y 38 grados en ciudades como Montpellier, Perpiñán y Marsella.
El mercurio descendió significativamente, incluso por debajo de los 20 grados, en la mitad noroeste del país, que incluye la región de París -la más poblada de Francia-, después de haber tocado los 40 el martes pasado.
La reciente ola de calor dejó al menos dos muertos en ese país, 300 personas atendidas por las urgencias y 6.000 hogares sin luz debido a las altas temperaturas. El último mes de junio fue además el segundo más caluroso en Francia desde 2003.