La secuencia que sucedió en un bingo marplatense el viernes por la tarde resulta tan insólita como lamentable: una mujer de 71 años se descompensó en una de las salas de juego y quedó tendida allí mismo hasta morir, mientras los apostadores del lugar continuaron jugando en las máquinas tragamonedas. Una ambulancia y agentes de la policía llegaron hasta la sala, donde constataron el deceso de la mujer y peritaron la escena de la muerte sin que el juego hubiera parado en ningún momento.
Cuanto menos, la noticia que llega desde Bingo Puerto, un local de apuestas y juego en Edison al 400, en la zona portuaria de Mar del Plata, invita a reflexionar sobre la relación con los juegos de azar y las apuestas. Una mujer de 71 años estaba jugando en las “maquinitas” en una de las salas del bingo cuando, alrededor de las 18 del viernes, sufrió una descompensación y quedó tendida en el piso a la vista de los otros apostadores, dado que cayó por fuera de la retahíla de máquinas de slots.
Y estuvo tendida por un rato sin ser asistida por profesionales, hasta su muerte, que ocurrió allí mismo, entre máquinas y apostadores, más bien ajetreados en su compulsión antes que distraídos por la descompensación de la mujer. De hecho, fue el personal del Bingo Puerto el que llamó a la Policía Bonaerense, cuyos agentes acudieron al local junto con una ambulancia.
No hubo nada para hacer: la mujer ya estaba sin vida. Parece increíble, pero algunos de los apostadores que no acudieron en su ayuda sí filmaron la escena de parte del personal acercándose al cuerpo de la mujer agonizante, o bien cuando los agentes de la Bonaerense tapaban el cadáver, posteriormente. En todo momento, las máquinas eran operadas sin descanso por varios apostadores, impertérritos no sólo respecto del fallecimiento de la mujer sino del peritaje policial: la sala y el juego siguieron operativos como si nada.
Más tarde, y mientras se seguía timbeando, se acercó hasta el bingo la hija de la jubilada fallecida, que logró identificarla, luego de lo cual recién se pudo retirar el cuerpo. Según el medio local La Capital, se habría tratado de una muerte natural, por lo que no hay ninguna investigación en curso ni tampoco intervino la Justicia.
“Que descaro: la hija esperando a que retiraran el cuerpo y los demás jugando. Tendrían que haber cerrado”, reaccionó una lectora de un medio marplatense.
“Adicción patológica a los juegos electrónicos o de azar”. Así define la Real Academia Española (RAE) a la ludopatía, reconocida como una enfermedad por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Si bien su diagnóstico certero requiere de la intervención de un profesional, hay cinco señales que podrían indicar una adicción al juego.
Se trata de advertencias que pueden aparecer en orden indistinto y que pueden funcionar como una guía orientativa: la planificación de la vida en torno al juego; el incremento de la cantidad de dinero apostado; el deterioro de las relaciones sociales; la constancia en el intento de recuperar el dinero perdido con otras apuestas; y la consecuenta imposibilidad de frenar las apuestas.
Con respecto a la tercer aspecto mencionado, el del deterioro de las relaciones sociales, el caso sucedido el viernes en Mar del Plata parecería ser un caso no testigo sino exacerbado: la indiferencia ante el otro mientras se juega.