El Gobierno publicó este martes una modificación integral de la Ley de Tránsito que incluye desde menos requisitos para importar autos y autopartes hasta nuevos formatos digitales y eliminación de trámites para sacar el registro de conducir, tanto para particulares como para choferes profesionales. También incluyen apartados especiales para la normativa de los futuros vehículos autónomos, así como un cronograma para que en tres años todos los peajes cuenten con al menos una casilla de peaje inteligente.
En total, el Decreto 196 encara un conjunto agrupado en 11 grandes reformas que formaban originalmente parte del proyecto de Ley Bases que el Poder Ejecutivo había enviado al Congreso y que quedaron fuera luego de las negociaciones entre oficialismo y oposición. Ahora se avanzó con una nueva reglamentación de varias de estas normas, elaborada de manera conjunta por el Ministerio de Desregulación y la Secretaría de Transporte, de la cual participaron también otras áreas, como la secretaría de Comercio e Industria.
Uno de los principales cambios, por su impacto en la población, es que la licencia nacional de conducir podrá ser digital y válida en todo el país. Una vez que el municipio que emite la licencia adhiera a este sistema (la potestad del registro de conducir es municipal), para su renovación los conductores presentarán un certificado de aptitud psicofísica de manera online, cada 5 años si son menores de 65 años, cada 3 años en mayores de 65 y anualmente después de los 70 años. Para los casos en que la persona posea antecedentes por infracciones graves, la revalidación requerirá también la aprobación del examen teórico práctico.
También se reglamentó la simplificación de trámites para importar autos y autopartes. En este último punto, duramente cuestionado desde la Asociación de Fabricantes de Auto componentes (AFAC), el argumento del Gobierno es que la simplificación abaratará los costos de mercado de las auto piezas y por lo tanto se alentará a los dueños de los vehículos a realizar los recambios cuando es necesario, sin estirar los tiempos. Para los fabricantes de AFAC, en cambio, esta normativa atenta contra las verificaciones de seguridad vigentes.
Los principales ejes de la reforma son los siguientes: