Los próximos pasos del gobierno de Javier Milei serán sobre el terreno en el que más ‘local’ se siente, el económico. Concretamente el acuerdo con el FMI y la salida del cepo. El primero estaría al caer. El segundo vendría de la mano del propio programa. Solo resta ver la secuencia y en qué momento sucede finalmente una flexibilización que ya parece inexorable. Lo dijo el Presidente en un tuit semanas atrás y ayer lo ratificó el ministro de Economía, Luis Caputo.

De a poco la conversación sobre el acuerdo transita cada vez por más canales: en los despachos oficiales, el mercado, el Parlamento y entre países.

– En las últimas semanas hubo más volumen de trabajo entre las autoridades del Banco Central y del Ministerio de Economía con el organismo.

– También, contactos entre el staff con economistas locales (por más furioso que ello ponga al Gobierno y el staff se cuide al extremo por temor a las críticas de Milei).

-En la city, mientras tanto, el mercado ‘se ilusiona’ con un entendimiento.

-La semana pasada fue la despedida de Ben Kelmanson, el representante del FMI en la Argentina -en su lugar vendrá el sudafricano Max Alier-. Hubo un cocktail en la Embajada de Alemania, con peso importante en el Fondo. Estuvieron los representantes dueños de casa, de Japón, Canadá, Gran Bretaña y la Deputy Chief de la Embajada de Estados Unidos. La conversación allí fue que el acuerdo con el FMI está avanzado y los países apoyarán en el Directorio. Así, el Gobierno se propone de este modo a volver a jugar en el terreno donde obtuvo el principal resultado de su gestión y reconocimiento para la imagen del Presidente, bajar la inflación, además de la cuestión de la inseguridad.

Y en cambio en los últimos casi dos meses se lo vio mucho más envuelto en una serie de escándalos en la cancha de lo que La Libertad Avanza denomina la “batalla cultural”: el discurso en Davos por la ideología de género, la pelea con economistas de la ortodoxia y heterodoxia, el escándalo de la criptomoneda $LIBRA y el cruce con Fernando Manes en el Congreso. Pasaron desapercibidos datos como que la inflación registró el nivel más bajo en casi cinco años (2,2% en enero) o que la economía cerró 2024 creciendo 5,5% anual.

Es más: aún cuando la precarización en el mercado de trabajo vaya en aumento, la pobreza en los asalariados registrados y no registrados cayó en 2024 respecto a 2023 -según datos del CEDLAS en base a microdatos del Indec del tercer trimestre-, y eso denota también que los ingresos recuperaron.

El corolario de este último mes y medio entonces podría resumirse así: Economía 1 – Batalla Cultural 0.



Fuente Clarin.com

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