El gobierno de México anunció este jueves, en el marco del Día Internacional de los Trabajadores, que reducirá de manera gradual la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales para 2030. En ese contexto, miles de ciudadanos se manifestaron en las calles a favor de la reforma impulsada por el oficialismo.
La decisión fue acordada en una reunión que mantuvieron la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, y miembros de su equipo con líderes sindicales durante la conmemoración del 1 de mayo. La reducción de la jornada laboral fue una de sus promesas de campaña antes de iniciar su mandato en octubre pasado.
Durante el encuentro en el palacio de gobierno, el secretario de Trabajo, Marath Bolaños, indicó que, por decisión de Sheinbaum, se iniciará la “instauración paulatina y gradual de la semana laboral de 40 horas”, que deberá concretarse a más tardar en enero de 2030.
Bolaños explicó que la reducción de la jornada laboral, que calificó como una “deuda histórica”, se llevará a cabo mediante un proceso de diálogo que comenzará el próximo mes con empresarios, trabajadores y especialistas para definir los acuerdos y una propuesta de consenso que asegure un “modelo justo y eficaz”.
Al defender la iniciativa, el secretario de Trabajo explicó que la reducción de las horas de trabajo no implicará una disminución de la productividad y agregó que lo que se busca es “dignificar la existencia” de los trabajadores al devolverles ocho horas a la semana. “Estamos convencidos de que poniendo este tiempo libre en sus manos se contribuirá al desarrollo nacional, al bienestar de sus familias y a la felicidad”, agregó.
La mandataria también se comprometió en campaña a mantener la política de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), de fortalecimiento del salario mínimo. En diciembre pasado, Sheinbaum anunció un aumento del 12 % para este año, que llevó la remuneración diaria a 278,80 pesos (unos 13 dólares).
Según cifras de la organización de investigación independiente World Population Review, México tiene un promedio anual de 2.207 horas laborales, lo que lo convierte en el país con mayor exceso de trabajo en el mundo.
Desde el año pasado, en el sector empresarial se han levantado voces contra la reducción de la jornada laboral y se ha planteado que se debe aumentar la productividad, así como apostar por la innovación y la capacitación del personal.