Mark Twain escribió clásicos inolvidables de la literatura estadounidense, como Las aventuras de Tom Sawyer, Las aventuras de Huckleberry Finn y Vida en el Mississippi. Su estilo combinó crítica social con humor, lo que permitió mostrar una visión precisa de la naturaleza humana en cada una de sus obras.

Uno de los interrogantes que más inquieta al ser humano es para qué existe, cuál es el sentido de su vida. Twain reflexionó sobre los momentos que marcan a una persona para siempre. Si entendemos por qué vivimos, también entendemos para qué luchamos.

Cuando hablamos del propósito de vida, nos referimos a esa razón que impulsa la existencia. Es ese fuego interno que te empuja a seguir adelante incluso en los momentos más difíciles.

No existe una única definición de “propósito de vida”, ya que cada persona lo construye a partir de sus experiencias. Sin embargo, suele entenderse como la intención de hacer algo significativo con lo que uno vive.

Según Twain, “los dos días más importantes de tu vida son el día en que nacés y el día en que descubrís por qué”. Tener un propósito brinda claridad en las acciones diarias y moldea el estilo de vida para alcanzar metas.

Cuando existe una razón profunda para actuar, se puede enfrentar el estrés, el dolor o el fracaso sin perder el rumbo. Según la psicología, las personas con objetivos claros presentan niveles más bajos de ansiedad y depresión. Este sentido de dirección actúa como ancla emocional, lo que permite ver las dificultades como parte del camino, no como un vacío.

Para descubrir el sentido de la vida, como plantea Twain, es fundamental conocerse. Solo si entendemos quiénes somos, qué nos motiva, cuáles son nuestros talentos y debilidades, podemos encontrar ese norte que guía nuestras decisiones.

Según los especialistas en desarrollo personal Álex Rovira y Francesc Miralles, autores del libro Homo Solver, “el arte en todas sus formas es una vía excelente para conocerse”. Proponen ejercicios que promueven el autodescubrimiento, como escribir o trazar una línea temporal con los momentos clave de la vida.

Al centrar pensamientos, emociones y decisiones en torno al propósito, logramos plenitud y bienestar. Quienes conocen su propósito tienden a impactar positivamente en todas las áreas de su vida, como la familia, las amistades y el trabajo, según la doctora Patricia Paez, coordinadora del Centro de Desarrollo Estudiantil en CETYS Universidad Campus Ensenada.



Fuente Clarin.com

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