“El Eternauta“, la serie protagonizada por Ricardo Darín y estrenada por Netflix el pasado 30 de abril, revive uno de los relatos más emblemáticos de la historieta argentina. Y lo hace con una apuesta que va más allá del guion: convierte a Buenos Aires en un personaje más. Desde calles muy transitadas hasta túneles ocultos, la serie recorre espacios reales que se vuelven clave en esta épica apocalíptica.
Una nevada irreal comienza a caer sobre Buenos Aires. No es nieve, es muerte. Y en medio de ese paisaje desolado, un grupo de personas intentan sobrevivir desde una casa del conurbano. La historia ya la conocemos del comic de Héctor Germán Oesterheld, pero ahora la vemos en esta nueva adaptación de Netflix con una potencia visual que transforma rincones cotidianos de la ciudad en escenarios de ciencia ficción.
Dónde se filmó “El Eternauta” en Buenos Aires: los escenarios reales de la serie
Entre las locaciones más reconocibles de la nueva serie que es un éxito en la plataforma aparece el Puente Saavedra, ese cruce neurálgico entre Capital y provincia que todos transitamos alguna vez. También se filmó en el túnel de Vuelta de Obligado, un pasaje perfecto para acentuar la sensación de encierro, y en diferentes calles del barrio de Saavedra, claves para recrear el entorno del grupo que lucha por sobrevivir.
En Vicente López, la serie utilizó la zona de San Isidro Labrador y la Avenida Maipú, además de otros puntos del conurbano. En Palermo, una escena clave se filmó en la Torre Dorrego, conocida por su particular estructura semicircular, y también se ve la Estación de Tren Ministro Carranza.
Y en exteriores más alejados, como Campo de Mayo, se desarrollaron escenas de combate y control militar. También, durante una escena, se puede ver a lo lejos el Monumental, la cancha de River Plate.
Filmar en espacios tan transitados no fue sencillo. El equipo dirigido por Bruno Stagnaro tuvo que lidiar con cortes de tránsito, permisos y una ciudad que nunca se detiene. Pero hubo escenas imposibles de rodar físicamente. ¿La solución? Una tecnología llamada Virtual Production, usada en grandes producciones de Hollywood.
Con este sistema, se escanearon varios kilómetros cuadrados de Buenos Aires: calles, edificios, carteles, estaciones, hasta 15 km de vías de tren. El resultado fue una ciudad digital en 3D que permitió recrear con realismo escenarios donde los actores no estuvieron físicamente, pero sí sus dobles virtuales.
“Incluso modelamos el parque automotor completo de Buenos Aires, incluyendo sus colectivos”, contó Ignacio Pol, uno de los encargados del proceso, junto a Pablo Accame, ambos de Control Studio.
Así, la Buenos Aires que vemos en “El Eternauta” es mitad real, mitad digital. Pero en todos los casos, profundamente reconocible. Una ciudad que, incluso en la ficción más oscura, sigue siendo nuestra.