los que más subieron las provincias y los municipios y ya afectan al consumidor

Datos recolectados por la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), cámara que nuclea a los principales del sector, muestran las mayores subas de impuestos provinciales y tasas municipales que tuvieron las grandes cadenas y que el consumidor no ve, pero ya lo afectan. Los impuestos representan más del 40% de los valores de venta, de acuerdo al Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).

Al estallar la polémica en septiembre contra los intendentes, mayoritariamente K, que aumentaron la carga impositiva en sus distritos a contramano de la directiva del Gobierno Nacional de aliviarla; las empresas informaron que se veían forzadas a aumentar los precios.

Fue el caso de Lanús, donde Julián Álvarez, intendente de La Cámpora, subió la tasa de seguridad e higiene (TSH) del 3,3% al 6%. Sucursales de Coto, Changomas y VEA pusieron carteles en las vidrieras y las líneas de caja con el aviso. Y en diciembre, fueron a reclamar a la Justicia.

Pero pese a que la misma avaló la medida del ministro de Economía, Luis Caputo, que prohíbe incluir tasas municipales en las facturas de servicios públicos, lejos de resolverse, el problema se profundiza.

Al respecto, recientemente Roberto Goldfarb, dueño del mayorista Diarco apuntó contra Álvarez al sostener que debió cerrar la sucursal que tenía en el distrito por la suba de impuestos y que analizaba hacer lo mismo en otra jurisdicción. Ante la consulta de este medio, en la compañía respondieron que están “analizando el tema y esperando cambios en las políticas de los diferentes municipios”.

“Notamos grandes subas en impuestos municipales (ABL) y provinciales (Inmobiliarios). Aún no tenemos toda la información, dado que todavía no llegaron todas las boletas (por ejemplo, la mayoría de los inmobiliarios son bimensuales)”, explicó Juan Vasco Martínez, titular de ASU.

Y agregó: “Nos cuesta entender cómo a nivel impositivo subnacional hay tan poco esfuerzo de acompañar al Gobierno nacional en su lucha por bajar la presión impositiva. Es difícil que estos aumentos exagerados no se terminen trasladando a los precios. Son imposibles de absorber. Si hubiera más racionalidad por parte de las provincias y municipalidades, los consumidores podrían acceder a productos con mejores precios”, destacó.

Según datos provistos por la asociación a Clarín, entre estos aumentos ocultos figuran casos como la actualización del impuesto inmobiliario en Córdoba, que si bien está limitada por el índice de salarios a nivel nacional (Ripte) subió entre 258% y 417% en las partidas correspondientes a superficies más grandes y entre 2.300% y 5.175% en las más chicas.

La entidad apuntó que en otras provincias como La Rioja y Corrientes se incrementaron 1.822% y 246%, respectivamente, “a partir de una desmedida potenciación de las valuaciones fiscales”.

En subas de ABL, la ASU reportó un 270% de incremento interanual en San Luis, un 196% en Villa Mercedes (San Luis), un 215% en Roque Sáenz Peña (Chaco), un 209% en Junín (provincia de Buenos Aires), un 191% en Río Cuarto (Córdoba) y un 190% en Tartagal (Salta).

En cuanto a la TSH, a los casos que se hicieron públicos semanas atrás, se suma Cañuelas, que la elevó un 211%, remarcó ASU, y añadió lo ocurrido en la Ciudad de Neuquén: si bien por mandato legal la gestión de residuos comerciales es privada para supermercados y otros comercios, igualmente quedaron alcanzados por la tasa de residuos comerciales.

También la ASU detectó alzas en las patentes de venta de bebidas alcohólicas en el sur del país, por lo que las cadenas de la zona ya analizan dejar de vender estos productos, adelantó Vasco, y consideró que “la aplicación de este tributo municipal convierte en negativa la rentabilidad de la venta de bebidas alcohólicas en estas localidades”.

Entre ellas, resaltan Comodoro Rivadavia, con un 1.645% de ajuste en este concepto; El Calafate, con un 1.388%; Río Gallegos, con un 291%; y Río Turbio, con un 312%.

En línea con estos números están los del ‘mapa tributario municipal’ que elaboró la Cámara de Comercio (CAC), que indicó que el rubro alimentos presentó un crecimiento de la carga tributaria del 31%, lo que equivale a un incremento de 0,13 puntos porcentuales sobre la facturación neta de IVA; mientras que la categoría de bebidas tuvo un crecimiento del 44%.

Según el informe, en comercios mayoristas, el promedio de la carga para las 30 ciudades relevadas se ubica en un 0,54% de la facturación total neta de IVA, variando desde un 0,5% promedio para superficies pequeñas hasta un 0,59% para unidades grandes. En comercios minoristas, el promedio se ubica al mismo nivel que el del sector mayorista, con un 0,54% de la facturación total neta de IVA.