La muerte de 5 personas en el barrio porteño de Devoto por inhalación de monóxido de carbono generó impacto y estupor. Sin embargo, esto es más común de lo que debería ser: cada año mueren alrededor de 500 personas y otras 4000 se intoxican en nuestro país.
“Todas las intoxicaciones por monóxido de carbono pueden evitarse”, dice el sitio del Ministerio de Salud de la Nación. Es importante, por tanto, resaltar y retirar que se trata de una tragedia prevenible.
Ocurre que cuando comienza el frío, y sobre todo con las bajas temperaturas como las de estos días, muchas personas no solamente prenden artefactos que no han sido chequeados por un gasista matriculado, sino que además se comete otro error: sobre todo cuando hace demasiado frío, no se dejan los entre 10 y 15 centímetros de apertura en alguna ventana que permitirían la salida de los gases tóxicos y la posibilidad de advertir los primeros síntomas de intoxicación.
El monóxido de carbono es un gas muy tóxico que ingresa al organismo a través de los pulmones y desde allí pasa a la sangre, ocupando el lugar del oxígeno.
De esa manera se reduce la capacidad de transportar oxígeno a las células, lo cual afecta principalmente al cerebro y al corazón, pudiendo provocar desde síntomas leves hasta la muerte, indica el website.
Se produce cuando materiales como gas, madera, carbón, plásticos, nafta, plásticos o queroseno se queman de forma incompleta en un ambiente.
Por lo tanto, cualquier artefacto que utilice material combustible, como estufas (también las tiro balanceado, aunque mucha gente crea que no), calefones, termotanques, calderas, hornos, anafes, braseros, salamandras, parrillas a leña o a carbón, puede producir monóxido de carbono cuando se quema en forma incompleta.
Lo más inquietante, y el motivo por el cual se lo denomina “el asesino invisible o silencioso” es que no tiene olor, color ni sabor, y tampoco irrita ojos ni nariz.
Se debe sospechar una intoxicación con monóxido de carbono cuando una o varias personas al mismo tiempo, que estuvieron en un ambiente cerrado, presentan:
Muchas intoxicaciones por monóxido de carbono parecen Intoxicaciones alimentarias, gripes o accidentes cerebrovasculares (ACV). En niños pequeños puede haber irritabilidad, llanto continuo y rechazo del alimento.
Si se presentan signos de intoxicación con monóxido de carbono, debemos inmediatamente:
Siempre es conveniente consultar con un Centro de Información, Asesoramiento y Asistencia Toxicológico, con atención las 24 horas:
Hay una constante: la insuficiente ventilación es un factor siempre presente en las intoxicaciones con monóxido de carbono. Esto puede darse por un conducto dañado o tapado, que un chequeo anual podría prevenir y/o solucionar.
“Es muy importante la correcta evacuación de gases al exterior. Esto evitará la acumulación de gases tóxicos en el interior de las viviendas. Por eso fundamental el control de la instalación y el buen funcionamiento de artefactos”, dicen en el sitio.
Por otro lado señalan indicios que nos pueden hacer sospechar la presencia de monóxido de carbono en el ambiente:
Si las instalaciones usan gas de red o gas de garrafa, el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), puede ampliar la información referida a la Prevención de Intoxicaciones por monóxido de carbono en: enargas.gob.ar.
Por último, desde el sitio advierten que si el único medio para calefaccionar el hogar es un brasero, es necesario tomar las siguientes precauciones:
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