El 42 por ciento de los chilenos mayores de 20 años son obesos, el porcentaje más alto de Sudamérica, por delante de los argentinos con 39% y empatados en el tercer lugar están paraguayos y uruguayos con 36%.

Argentina experimentará un crecimiento significativo en la prevalencia de sobrepeso y obesidad en los próximos años, con un 73 % de adultos viviendo con un índice de masa corporal (IMC) alto en 2025 y un 39 % padeciendo obesidad, según el World Obesity Atlas 2025, publicado este lunes.
El informe, elaborado por la Federación Mundial de Obesidad y basado en datos del Instituto de Métricas de Salud, la OMS y otros organismos internacionales, advierte de que para 2030 el país tendrá más de 26,32 millones de personas con un IMC elevado, lo que incrementará el riesgo de enfermedades no transmisibles (ENT) como diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
Un problema en aumento
El estudio muestra una tendencia creciente en la prevalencia del sobrepeso y la obesidad desde el año 2000, con proyecciones que indican un agravamiento del problema en la próxima década.

Entre los hombres, la cantidad de personas con IMC superior a 25 kg/m² pasará de 8,69 millones en 2010 a 13,41 millones en 2030, mientras que en las mujeres se elevará de 7,77 millones a 12,91 millones en el mismo período.
En términos de obesidad severa (IMC superior a 35 kg/m²), el número de afectados casi se triplicará en 20 años: en 2010 había 810.000 hombres y 1,44 millones de mujeres con esta condición, pero se espera que en 2030 la cifra ascienda a 2,61 millones de hombres y 3,64 millones de mujeres.
Impacto en la salud pública
El sobrepeso y la obesidad no solo aumentan el riesgo de enfermedades crónicas, sino que también generan un impacto considerable en la carga de morbilidad del sistema de salud argentino.
En 2021, 10.524 muertes prematuras estuvieron vinculadas a un IMC elevado, mientras que se estimaron en 381.366 las personas con deterioro de la salud debido a enfermedades asociadas.
Además, del 30 al 40 % de los adultos en Argentina presentan niveles insuficientes de actividad física, lo que agrava aún más el problema.

Las principales afecciones relacionadas con la obesidad incluyen diabetes tipo 2, accidentes cerebrovasculares, enfermedades isquémicas del corazón y diversos tipos de cáncer.
Medidas y desafíos
Argentina cuenta con diversas políticas para abordar la crisis de obesidad. El país ha implementado guías nacionales para el manejo del sobrepeso y la inactividad física, además de estudios periódicos sobre hábitos alimenticios y actividad física en la población adulta.
Asimismo, existen impuestos sobre bebidas azucaradas, aunque el consumo de estos productos sigue siendo elevado, con un promedio de 1.000 a 2.500 mililitros por persona a la semana.

A pesar de estos esfuerzos, los expertos advierten de que se requieren medidas más contundentes para revertir la tendencia, incluyendo campañas de concienciación, mejoras en la accesibilidad a alimentos saludables y promoción de la actividad física en la población.
En este sentido, el informe subraya la urgencia de una estrategia integral para frenar el avance de la obesidad y sus consecuencias en Argentina, que amenaza con convertirse en una crisis de salud pública en la próxima década.
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