Solana Sierra mantiene vivo su sueño en Wimbledon tras lograr este viernes su pase a octavos de final al derrotar a la española Cristina Bucsa, por 7-5, 1-6 y 6-1, tras dos horas de partido.
La joven marplatense sigue sorprendiendo. Tras haber caído eliminada en la última ronda de la fase de clasificación, entró en el cuadro principal como ‘lucky loser’ por la baja de última hora de la alemana Greet Minnen. Ese guiño del destino le está permitiendo protagonizar la historia de Cenicienta del certamen.
“Lo tomo tranquila. Yo sigo partido a partido, con mi círculo, con los que estamos desde el primer día”, afirmó Sierra, hincha de River.
Con este triunfo, la joven de 21 años, finalista del Roland Garros juvenil en 2022, se vio obligada a estirar su estadía en Londres y buscar un alojamiento en Airbnb por cuarta vez.
“Nos mudamos ayer de vuelta, nos cambiamos. Es la cuarta vez, ya extendimos hasta martes, creo, o miércoles”, indicó, sonriente, ante la mirada de su madre, con quien se dio un emotivo abrazo tras la victoria.
From lucky loser to the fourth round!
Argentina’s Solana Sierra defeats Cristina Bucsa 7-5, 1-6, 6-1 to book her spot in the fourth round of a Grand Slam for the first time. #Wimbledon pic.twitter.com/4jlXNDaetN
— Wimbledon (@Wimbledon) July 4, 2025
Sierra queda como única representante argentina en individuales tras la caída en la prueba masculina de Mariano Navone, en segunda ronda.
“Jugar Wimbledon en la primera ronda ya era un regalo y lo disfruté. Ahora quiero seguir soñando, jugando partidos”, señaló Sierra.
“Ya dije que mi sueño es ganar un Grand Slam y ojalá algún día se dé. Eso es por lo que trabajo y entreno todos los días”, añadió.
Sierra, 101ª del ránking mundial, comenzó ganando el primer set ante Bucsa, de origen moldavo, 40ª de la WTA, pero cedió el segundo.
La marplatense necesitó atención médica en ese segundo capítulo en el dedo mayor de la mano derecha, cuando iba perdiendo por 4-1. Se enojó por un punto perdido y descargó la frustración contra el encordado. El partido estuvo demorado por unos cinco minutos mientras la atendían.
“Lo tengo un poco hinchado porque me pegué con la raqueta, pero es sólo el golpe y un poco de hinchazón. Con un poco de hielo ya está”, dijo optimista.
Visiblemente afectada por molestias en ese dedo, la argentina terminó perdiendo ese set por 6-1.
“Me pasó eso del dedo, que me golpeé, y me tuve que vendar. Me dolía, pero destaco que pude seguir firme y hacer un muy buen tercer set”, afirmó la argentina.
Y es que la jugadora se rehízo en el tercer capítulo, rompiendo el saque de Bucsa en el cuarto juego para ponerse en ventaja por 3-1.
Después quebraría de nuevo el saque de su rival para acabar ganando el set por 6-1. “Me sorprendí, porque no venía muy bien del segundo set, pero pude resetear todo”, dijo la marplatense.
Sierra, más sólida y agresiva en su juego que Bucsa, cometió, no obstante, demasiados errores no forzados (44 frente a 36 de la española).
La argentina se medirá en octavos a la veterana alemana Laura Siegemund, de 37 años y 104 del mundo, que derrotó a la estadounidense Madison Keys, vigente campeona de Australia y número 8 del ranking WTA, por un doble 6-3.
La germana, ganadora de varios Grand Slam en dobles y dos títulos WTA individuales en su carrera, llegó a ser 27ª del mundo.
“De juego no la he visto tanto, pero va a ser un partido muy duro. Tiene mucha experiencia y seguro ha jugado muchísimos partidos de estos, pero sigo confiando en mí”, dijo la argentina sobre su rival alemana.
Sierra no había ganado hasta este Wimbledon ningún partido en el cuadro principal de un Grand Slam y ahora encadena tres triunfos en el césped londinense, que ya le aseguró ser 65 del ranking de la WTA.
La marplatense había participado otras dos veces en el cuadro principal de un Grand Slam, cayendo en primera ronda tanto el año pasado en el Abierto de Estados Unidos como en mayo de este año en Roland Garros.
Este es el mejor resultado en la prueba femenina de Wimbledon para una argentina desde que Paola Suárez llegara a octavos de final en 2004, año en que logró avanzar también a cuartos. En esos días llegó al mundo Solana Sierra, quien a sus 21 años escribe una nueva página en la historia del tenis argentino.