Desde hace más de un año, a principios de cada mes, los habitantes de Beeston, una localidad del Reino Unido, encuentran un plato de bananas peladas exactamente en el mismo lugar.
Entre el primer y el segundo día de cada mes, en la esquina de Abbey Road y Wensor Avenue siempre aparece un plato con entre 16 y 20 bananas bañadas en miel y los residentes no tienen ni idea de quién está detrás de esta extraña costumbre ni de su significado.
Aunque hay varios carteles que piden a quien los pone allí que deje de hacerlo, no parece que la misteriosa fruta vaya a desaparecer pronto.
Algunos vecinos han especulado con que es un tipo de ofrenda de significado religioso, mientras que otros creen que se trata simplemente de alguien que alimenta a la fauna local, aunque ningún animal los toca nunca.
Hasta ahora, nadie ha encontrado una respuesta coherente a este peculiar misterio.
“Nos encantaría saber por qué los dejan allí. Todos lo hemos comentado en nuestro grupo de WhatsApp, estamos desconcertados”, indicó una vecina en un periódico local.
El “enigma de las bananas pegajosas” ha dividido a la pequeña localidad inglesa, con algunos residentes aparentemente entusiasmados por el manjar que nadie puede explicar, y otros encuentran el asunto repugnante y harían cualquier cosa para detenerlo.