“Todo pasa y todo vuelve rezan algunos títulos y/o pensadores y el forraje no es la excepción. Cuando analizamos la realidad actual, vemos tendencias, modas, reminiscencias y actualizaciones en todos los espectros sociales y económicos y los forrajes conservados no son la excepción”, afirma Pablo Cattani, el referente procesos y tecnologías aplicados en la elaboración de forrajes conservados de alta calidad.

“Cuando en la década del 90 llegábamos a las exposiciones, nos corría una electricidad por el cuerpo y la emoción nos invadía, porque sabíamos, presentíamos y hasta jugábamos doble contra sencillo que alguna novedad íbamos a encontrar”, recuerda hurgando en sus vivencias.

“La pasada edición de Expoagro, fue la clara demostración que todo vuelve, hasta la emoción de sentir que con solo un día no íbamos a tener tiempo suficiente para descubrir todo lo que la megamuestra tenía para ofrecernos. Pero hasta que entramos y recorrimos era solo una sensación, pero ahora que ya pasó la megamuestra nos queda la certeza que la tecnología se actualizó, la oferta se agrandó, hay un traje a medida para cada modelo productivo y ahora solo nos queda la “sencilla tarea” de adaptar los procesos para exprimir al máximo las tecnologías que nos ofrece Argentina y el mundo en el rubro de conservación de forrajes”.

En lo referente a siembra de pasturas, apuntó que en alfalfa, hubo sembradoras que permiten achicar el espacio entre hileras de siembra hasta 12 cm lo que permite incrementar la densidad de siembra en una sola pasada de sembradora, aumentando capacidad productiva, bajando costos y asegurando mayor persistencia de plantas en el tiempo, con el incremento productivo, económico y operativo que esto significa.

Luego hace hincapié en la henificación, “Siguiendo con la necesidad de juntar hileras tanto en el momento de cortar con destino a silaje o luego del corte y funcionando como rastrillos los agrupadores de hileras coparon la oferta ya que hoy encontramos agrupadores montados a las máquinas de arrastre, tanto las mas sencilla como la mas grande del mundo que también pudimos ver en la muestra”.

Pero la industria nacional que tiene “pantalones largos“, afirma Pablo y sostiene, “hace tiempo se destaca con la oferta de agrupadores para ser montados a las segadoras de cualquier marca y modelo aunque no sean de las más nuevas, como agrupadores para ser montados a un tractor y funcionando como un verdadero “merger”, tal su nombre técnico el que se lo conoce a nivel mundial y que permite el trabajo con amplias variedades de uso, como juntar hileras con máximo cuidado de la hoja, invertir hileras con mínimas pérdidas, cuidando al máximo la calidad y además de eso evitar al máximo la contaminación con tierra incrementando la calidad y el valor del forraje producido, sobre todo en forma de heno”.

Sin solución de continuidad, analiza el rubro de las cortadoras, “la oferta es máxima, con máquinas montadas al tres puntos del tractor, máquinas de arrastre con tiro lateral y/o central y el crecimiento de opciones en las famosas “mariposas” o segadoras triples montadas al frente y laterales de tractores de alta potencia que multiplican exponencialmente la capacidad de trabajo y derrumban los costos operativos en el corte”.

Para completar el ciclo de la henificación, observa que en el rubro de las rotoenfardadoras “no fueron la excepción con una oferta que se multiplicó y se adaptó a las zonas de alta producción campos de grandes superficies como a las producciones regionales con requerimientos particulares en tamaño de maquinaria. Resumiendo, de la más grande a la más pequeña, la oferta en nuestro país hoy es completa al 100% dando una opción a cada necesidad productiva y a cada escala de inversión propuesta por las empresas de producción ganadera o prestadores de servicio”.

Las picadoras también van creciendo, los motores ofrecen mayor potencia y ahora si esta muy bien. La ganadería se repone en cuando a precios y la lechería también muestra un repunte interesante y vuelven a pelear por la ocupación territorial de campos con mayor potencial productivo. Esto hace, siempre de acuerdo con el conocimiento de Pablo, que los rindes de cultivos destinados a silaje sean mayores y el requerimiento de capacidad de trabajo se incremente abriendo la posibilidad y hasta la necesidad de incrementar la potencia de las picadoras para atender en tiempo y forma la demanda del picado.

“Y ya que estamos hablando de picado, vemos que la barrera entre agricultura y ganadería cada día es mas difusa, porque la ganadería viene bien y no se quiere ir del todo de las tierras mas productivas del país, con lo cual el forraje la acompaña ofreciendo opciones de plataformas tipo Drapper adaptadas a picadoras para hacer picado con mayores anchos de corte bajando costos y aumentando productividad”.

Visto todo esto de una manera sencilla parece una gran Kermés de lanzamientos y ofertas pero desglosando cada actividad, descubrimos una sensación de abundancia en la oferta de equipamientos y tecnología para pegar un salto evolutivo.

Esto lo vivimos tiempo atrás, cuando la oferta mundial de productos aterrizaba en nuestro país, incrementando la competencia y obligando a la oferta local a ofrecer su manufactura de alta calidad para producir el mejor forraje. La ventaja de hoy, es que ya llevamos tiempo de ajustes de procesos y elección del mejor sistema de conservación de acuerdo a zona de uso, necesidad productiva y condiciones agroclimáticas.



Fuente Clarin.com

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