La expansión de la apertura comercial aún no logró el efecto deseado en los distintos sectores de la economía, aunque el Gobierno confía en que contribuirá progresivamente a “disciplinar precios”. Más que bajarlos, para los especialistas, las importaciones logran, principalmente, contener los aumentos.

Por caso, la próxima temporada vendrá con incrementos en la ropa de entre 50% y 60% comparado a la anterior, aunque se ve una desaceleración inflacionaria del rubro, que en el anterior invierno subió 189,2% interanual, según el IPC de julio del Indec. El propio ministro de Economía, Luis Caputo, reconoció que la Argentina tiene los precios más caros de la indumentaria de la región.

Marcelo Elizondo, especialista en comercio exterior, señaló que las importaciones aumentan la competencia y operan como “un freno” para la suba de precios, “pero no tanto para que bajen”. Todavía la inflación avanza y la apertura es incipiente, señaló. “La Argentina es una de las tres economías más cerradas del mundo: el nivel de importaciones en relación al PBI está en alrededor del 14%, mientras que en América Latina supera el 27% y en términos globales, el 30%”.

Por eso, el efecto se da apenas en algunos productos específicos, a los cuales se les redujo los aranceles selectivamente, permitiendo importaciones “que van creciendo desde niveles bajísimos”.

Somos el país con menor volumen de importaciones en relación al PBI de la región. Todavía no hay un incremento como para que veamos una competencia masiva. Se está dando recién en algunos rubros y ayuda a que se desacelere la curva de suba de precios, acompañado de la política monetaria restrictiva, la política fiscal de superávit y la desregulación, que baja costos”, consideró Elizondo.

Por su parte, Claudio Caprarulo, director de Analytica, señaló que, como consecuencia de los cambios en los aranceles y otras flexibilizaciones, “en algunos sectores se evidenció una menor suba de precios, por ejemplo en métales básicos, plástico y caucho, y máquinas y aparatos eléctricos”, aunque destacó que “también operaron sobre la inflación otros factores relevantes como la caída en las ventas y el atraso cambiario”.

En ese sentido, un relevamiento de la consultora demuestra que el sector de metales básicos (como aluminio y acero) registró la menor inflación (21,8%) interanual en enero, con un aumento de precios 50,4 puntos porcentuales por debajo del promedio de la industria.

“Esto se explica, por un lado, por la estabilidad del tipo de cambio, pero también por una caída de la actividad superior al promedio en 2024; y, por otro, por una recuperación más acelerada de las importaciones, impulsada por la reducción de aranceles, simplificación de trámites burocráticos y flexibilización de reglamentos técnicos. En ese sector, se observa una clara intención de reducir los precios por parte del Gobierno”, resaltó el informe.

En tanto, en la vereda de en frente se encuentran alimentos y bebidas, que con una inflación superior a la media (88,6%), como consecuencia de una actividad que sufrió apenas una caída del 1,5%, la recuperación neta de las importaciones fue inferior al resto (8,4%).

Aunque en los últimos meses hubo un crecimiento acelerado en la entrada de importados a las góndolas, la mayoría son de precios más elevados que los locales y de productos premium, salvo excepciones como azúcar y pan lactal, por caso.

En ese sentido, Analytica agregó: “les tomará tiempo adaptarse a los productores locales y canales de comercialización, ya que implica, por ejemplo, ajustes en líneas de productos y búsqueda de nuevos proveedores, entre otros procesos, y eso se da desde niveles bajos de importaciones por restricciones impuestas en 2023 y la recesión del primer trimestre de 2024”.

En lo que resta de 2025, apuntó que “la mayor presencia de productos importados y la tensión sobre la fabricación local se sentirán con fuerza con la recuperación de la actividad, moderando presiones inflacionarias, y a costa de un mayor deterioro en el saldo de la cuenta corriente y un impacto en los productores nacionales”.



Fuente Clarin.com

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