“En esta edición y en el horario de la tarde, en el Tecnódromo nos enfocamos en mostrar cómo se utilizan la inteligencia artificial y la robótica aplicados sobre equipos y máquinas desarrollados para alimentar al mundo, procurando eficiencia, sostenibilidad y aumento de la producción”, afirmó Luis Negruchi, Ing. Agr. Asesor privado e integrante del equipo coordinador del Tecnódromo Mario Bragachini.
Participaron más de 30 máquinas en movimiento, entre las que se vio un factor común: hacer más precisa la distribución de insumos con manejo amigable para el operador. Allí estuvieron desde los drones, luego los sistemas de análisis y diagnóstico de suelo, para enseguida hacer foco en las fertilizadoras equipadas elementos de control preciso para su puesta a punto.
Como ejemplo, se puede mencionar el modelo Dron Agras T50, calificado como el más potente del tipo agrícola, con el que se pulveriza, fertiliza y siembra. Cuando pulveriza, su depósito tiene 40 litros de capacidad máxima y su capacidad de trabajo es hasta 20 hectáreas por hora.
Su ancho de labor ronda los 11 metros y desde su aspersor centrífugo ofrece doble atomización de la gota impulsada, ajustable en diámetros de 50 a 500 micrones. Cuenta con bombas para pulverización de accionamiento magnético de alto caudal (16 l/min), electroválvulas anti goteo y la opción de añadir dos aspersores centrífugos adicionales para aumentar el caudal entregado a 24 l/min.

Equipado como esparcidor de sólidos en siembra o fertilización, porta un depósito de hasta 50 kilos y su capacidad de trabajo alcanza 14 hectáreas por hora, cantidad que está en relación al plan de vuelo, que se debe establecer antes de iniciar cada trabajo, con lo cual, además, se automatiza el trabajo, reduciendo errores de aplicación. A su vez todo se basa en la capacidad de vuelo de sus baterías.
Entre los beneficios operativos de estas máquinas voladoras, los expertos mencionan el acceso al lote en todo tipo de condiciones, por ejemplo, luego de una lluvia o con cultivos altos. Asimismo, se evita pérdidas de rinde por pisada y además destacan su bajo costo operativo y facilidad de traslado. Consignan también, la conducción a distancia por medio de control remoto inteligentee. la detección multidireccional de obstáculos. Otro beneficio, es su capacidad de realizar aplicaciones variables o selectivas y la posibilidad de operar durante el día y la noche.
Un punto en contra de los drones, es que al ser tan fácil su operación, pueden propiciar errores involuntarios en las aplicaciones, debido a la falta de entrenamiento, experiencia y desconocimiento por parte de algún operador improvisado, sostienen los expertos.
Otro dron que integró la cuadrilla en el Tecnódromo fue el perteneciente a un desarrollo de INTA, equipado con una cámara basada en la técnica de teledetección LiDAR, que significa Light Detection and Ranging o Laser Imaging Detection and Ranging. Con ella se hacen fotografías en 3D aplicadas a la medición de volúmenes de montes para producciones forestales y también para medir volúmenes de pasto en pasturas, explicó Luis Negruchi.

Para este “escaneo”, el dron con la cámara LiDAR en vuelo sobre el área de estudio, captura millones de puntos que permiten generar modelos detallados del terreno y de la vegetación, optimizando la planificación de las tareas de producción.
Análisis de suelo
También, señaló Luis, “hemos mostrado un sistema de relevamiento de datos del suelo denominado Explorador de suelos, el Soilexplorer, que permite obtener un diagnóstico integral con sintonía muy fina, sobre la fertilidad física y química de los suelos, y que está integrado por una batería de herramientas para la generación de datos que te permiten tomar mejores decisiones”. En ese conjunto de herramientas del Explorador está el GPS con posicionamiento fijo RTK, aplicado a relevar mapas de variabilidad topográfica y su impacto en la retención hídrica.

Otra herramienta del conjunto fue el Solostar, es un medidor automatizado de compactación de suelo que releva datos para mejorar la penetración de raíces, por ende, el desarrollo de los cultivos y la absorción de agua y nutrientes. Asimismo, se suma el Solodrill que hace muestreos automáticos de suelo. Otro fue el Em38, un sensor electromagnético para medir variaciones en la textura, el contenido de humedad, la salinidad y otros factores que afectan la productividad del suelo. También estubo el Calador de suelos automatizado, diseñado para la toma de muestras de suelo de manera rápida, precisa y homogénea y finalmente en el mismo cojunto trabajó el Soiloptix que es el sensor para realizar un análisis detallado de nutrietes y limitantes nutricionales del suelo.
Fertilización
Desde el análisis de suelo, en el Tecnódromo, se pasó, como era de esperar, a la fertilizaición con el análisis de la fertilizadora incorporadora Tp-Sólida – serie 25, equipada con un sistema dinámico de pesadas para tener control sobre cuánto fertilizante se dispone en la tolva y hacer una auto-calibración constante con el sistema de dosificación variable y mantener la precisión de la dosis más allá de la variabilidad de dosis. Su sistema dosificación variable totalmente eléctrico –no precisa sistema hidráulico– con corte por cuerpo, otorgando precisión de la fertilización con sintonía extrafina, señalaron los expertos.
Resaltaron su utilidad para realizar trabajos de fertilización dentro de cultivo establecido con tractores de baja y de media potencia sin requerir potencia para accionar motores hidráulicos. Además, señalaron la posibilidad de agregar accesorios, como sensores inalámbricos que calculan la dosis por cada bajada de fertilizante y sistemas de guía, entre otros. Son todos avances aplicados en estas máquinas que aprovchan el insumo sin desperdicios por volatilización, afirmanron desde el Tecnódromo.
Como una observación general puede decirse que en las innovaciones presntadas en el Tecnódromo abundaron ejemplos del avance de los sistemas eléctricos, sin prisa pero sin pausa, sobre los sistemas hidraulicos, y ello es debido a que los diseñadores entienden que los primeros, requieren menos energía (gasoil) para su funcionamiento, son muy seguros, se pueden controlar desde la nube, a la vez que son menos contaminantes.