Durante su visita al programa Industria Nacional (Gelatina), Lali Espósito (33) no habló directamente de toda la polémica generada a raíz de los dichos de Eial Moldavsky sobre ella, sin embargo, dejó una picante y llamativa reflexión.
Pedro Rosemblat no le preguntó directamente sobre el integrante del ciclo Sería Increíble (OLGA), que en más de una oportunidad pidió disculpas por hablar públicamente sobre el breve romance que habría tenido con la actriz y cantante, incluso contando detalles sexuales.
Pero al momento de hablar de la exposición pública que ella tiene y el uso de las redes sociales, Lali lanzó un particular análisis que muchos relacionaron con lo sucedido con Eial Moldavsky.
“Yo le tengo mucho miedo a ese lugar medio en el éter que está entre mi yo real y mi yo virtual. No me termino de volver loca porque trabajo para mantenerme en mi yo persona”, dijo primero Lali. Y sumó: “Es una época donde se nos da con total facilidad el hecho de olvidarte de tu humanidad”.
Luego, siguió: “Cuando uno comete un error, esto es algo que vemos todo el tiempo en streaming y redes, esto de la cancelación y de señalar ese error, lo hacemos del yo virtual, como si no tuviéremos errores. No estoy justificando los errores… Y cuando uno comete un error y pide perdón, se tiene que preguntar a partir de esta época ‘está pidiendo perdón mi yo virtual, porque está sufriendo mi yo virtual ese ataque, o estoy pidiendo perdón yo por algo que humanamente hice mal'”.
Los dichos de Lali rápidamente se relacionaron con lo sucedido con Eial, ya que ayer Rosemblat, consultado por LAM (América TV), dijo algo similar.
Tras asegurar que “no se le pega a alguien que está en el piso”, Rosemblat desestimó el pedido de disculpas de Moldavsky y opinó: “Pero mirá, te lo voy a plantear genéricamente, no hablando de este caso. Si entre un hecho y las disculpas pasa una semana, es decir, si vos las disculpas las haces al día siguiente que te ‘funan’ en Twitter y no al día siguiente de que te mandaste una cagada… la sensación que a mí me da desde el prejuicio es que lo que querés enmendar no es el error, sino la puteada en Twitter”.
Y sentenció: “Hay que endurecer el cuero y saber que no pasa nada si te putean en Twitter. Hay que bancársela”.