Dicen algunos analistas políticos que polemizar sobre el aborto puede ser un buen distractivo en tiempos convulsionados. El tema, es importante tenerlo claro, fue debatido democráticamente durante años en el Congreso de la Nación, que finalmente en diciembre de 2020 sancionó la ley 27.610 de Interrupción Voluntaria del Embarazo. El Gobierno libertario cree que este es un buen momento para reflotar viejas polémicas, a ver si logran tapar, al menos un poco, cuestiones fallidas de la gestión.

En esto, la menospreciada vicepresidenta les es muy útil. El martes, Victoria Villarruel encabezó el seminario “25 de marzo: Día del niño por nacer; políticas para cuidar la vida”, que se hizo en el Senado que ella preside: “El respeto a la vida y la dignidad humana no deben estar sujetos a las decisiones de las mayorías. Son precondiciones básicas de la sociedad y ninguna autoridad legítima, tiene potestad sobre ella. Con la tasa de natalidad más baja de nuestra historia, se pone en evidencia un problema profundo que amenaza las posibilidades de desarrollo nacional. La población es el recursos más valioso de una Nación y la necesidad de incremento de los nacimientos es un desafío estratégico“.

En el seminario también disertaron el rector de la UCA, Miguel Angel Schiavone -dijo que era un fracaso que las mujeres trabajaran e hicieran deporte-, y el presidente de la Fundación Conin Abel Albino, quien sostiene que “los preservativos no sirven”, “los homosexuales son enfermos” y “los pobres tienen sexo como animales”.

Todos los jueves recibí el análisis de Mariana Iglesias, editora de género de Clarín, sobre feminismos y desigualdades. Registrate acá. 

Así las cosas, el gobierno reflotó el Día del Niño por Nacer, instaurado por Carlos Menem en 1998 cuando era presidente. Justo el día anterior, el 24 de marzo, fue el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia. A tono con su usual estilo de la provocación, el Ejecutivo publicó un video en el que Agustín Laje abona la teoría de los dos demonios y niega la cifra de los 30 mil desaparecidos. Laje prefiere la polémica del video que hablar del criptoescándalo, que lo tiene dentro de la escena.

El politólogo está al frente de la Fundación Faro, el think tank libertario encargado de la batalla cultural anti woke. “A veces violar la ley es un acto de heroísmo”, dijo Laje sobre el aborto. El gobierno vuelve a traer el tema. Justo a Laje y a Villarruel la violación de las mujeres en los centros de detención de la dictadura y la apropiación de los bebés no es algo que los escandalice. Para ellos, está claro, lo de “salvar vidas” es pura hipocresía.



Fuente Clarin.com

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *