Cuando llegó a los Tribunales de San Isidro, Leopoldo Luciano Luque (44) casi que pasó inadvertido y nadie lo reconoció. En el tiempo, allá por 2020, quedaron las luces de los flashes y sus llegadas en moto a la Clínica Olivos, de Vicente López, adonde su paciente estrella, Diego Armando Maradona, se recuperaba del hematoma subdural al que había sido sometido el 3 de noviembre.

Ahora el neurocirujano pasó de motoquero a fisicoculturista. A tal punto que hasta ha participado de torneos, en el más absoluto silencio. Este martes se lo vio llegar de camisa y corbata, con el saco en la mano, y de anteojos, acompañado por su abogado Julio Rivas.

Su aspecto de “patovica” engañó a periodistas y también a los “maradoneanos”, que no lo reconocieron y prefirieron insultar a otro de los siete profesionales de la salud que estarán en el banquillo, la psiquiatra Agustina Cosachov (36).

Mientras esperaba para ingresar, Luque sacó su táper y se puso a comer el alimento que es parte de una estricta dieta, basada en proteínas y carbohidratos, lejos de los azúcares y alimentos procesados.

Leopoldo Luque, el 29 de noviembre de 2020. Foto: Luciano Thieberger.Leopoldo Luque, el 29 de noviembre de 2020. Foto: Luciano Thieberger.

A Luque se le atribuye ser el cerebro del plan “Maradona fitness”, con el que Diego logró bajar 11 kilos durante una etapa de la cuarentena por la pandemia de COVID-19. Luego, según consta en chats de WhatsApp, era quien se ocupaba de la salud del campeón del mundo en México 1986.

Los fiscales Patricio Ferrari, Cosme Iribarren y Laura Capra establecieron que el equipo médico que atendió al astro fue “deficiente”, “temerario” e “indiferente” en su accionar, ya que “no hizo nada” para evitar su muerte.

Al momento del hecho, Maradona era DT de Gimnasia y Esgrima La Plata, aunque para su cumpleaños, el 30 de octubre de 2020, ya se había mostrado muy deteriorado en su estado de salud.

Luque y su increíble transformación. Foto REUTERS / Agustin Marcarian.Luque y su increíble transformación. Foto REUTERS / Agustin Marcarian.

El juez Orlando Díaz consideró que los ocho imputados, como “garantes” de la condición médica de Maradona, contaron con la posibilidad de “revertir” su cuadro cardíaco y no lo hicieron.

Además de Luque y Cosachov, son juzgados el psicólogo Carlos Ángel “Charly” Díaz (33), la médica coordinadora de la empresa de medicina prepaga Swiss Medical, Nancy Edith Forlini (56); el coordinador de enfermeros Mariano Perroni (44); el enfermero Ricardo Omar Almirón (41) y el médico clínico (designado para la internación domiciliaria), Pedro Pablo Di Spagna (52).

Otra enfermera, Dahiana Gisela Madrid (40), será sometida a un juicio por jurados, tal como lo había solicitado su defensa.

Luque, en 2020, llegando en moto a la Clínica Olivos. Foto: Luciano Thieberger.Luque, en 2020, llegando en moto a la Clínica Olivos. Foto: Luciano Thieberger.

Tras la muerte de Maradona, Luque dijo a la prensa: “Si de algo soy responsable con Diego es de amarlo, de cuidarlo, de extenderle la vida y de mejorársela hasta lo último. Yo hice lo imposible para eso: conseguí que pueda acceder al psicólogo, al psiquiatra… Conseguí lo que nadie podía”.

“En cuanto a las cosas que se dicen, no las puedo ni leer, porque estoy muy mal porque se murió mi amigo. Estuve en el velorio, en el entierro y vi gente que ni había visto nunca y qué se diga que no estuve con él, no lo pude creer”, dijo Luque, y luego remató: “Yo no soy el responsable de todo esto“.

Cuando le preguntaron si se reprochaba algo, el médico se quebró y rompió en llanto. Y con la voz quebrada, expresó: “No sé, pienso todo y me gustaría que esté acá. Él quería una vida, que era mala”.

“Yo traté de acompañarlo. Lo saqué a pelotear, no quiso; lo quise traer a mi casa… Era la vida de él. Extrañaba mucho a los papás. Le cambiamos la vida a lo último y él se fue… Es muy injusto, y lo volvería hacer y volvería a pasar por todo, la Policía en mi casa… No me reprocho nada, estoy orgulloso de lo que hice“.

Colaboró: Emmanuel Dalbe



Fuente Clarin.com

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