Rio Tinto, la segunda mayor empresa mundial de la minería (solo por detrás de la australiana BHP), está enamorada de la Argentina. El CEO de Rio Tinto Group, Jakob Stausholm, se reunió tres veces con el presidente Javier Milei en los últimos 6 meses y el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) les terminó de dar las certezas necesarias para acelerar proyectos de litio en el país.

Como participantes de la CERAWeek 2025 -la mayor conferencia mundial sobre energía, que se desarrolla esta semana en Houston, Texas, Estados Unidos-, Clarín pudo escuchar en primera persona la relevancia que ganó Argentina en la cartera global de activos de Rio Tinto, una minera que es un jugador central en el mundo para la transición energética con la producción de litio y cobre, dos minerales críticos para la electrificación.

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El RIGI, aprobado el año pasado en la Ley Bases luego de una ardua discusión sobre sus efectos productivos y económicos -dadas las ventajas que otorga en materia de impuestos, importaciones, acceso a los dólares, origen del valor agregado, estabilidad y seguridad jurídica– es un game changer (cambio de juego) para una compañía como Rio Tinto.

Las autoridades de la empresa destacan permanentemente la estabilidad a 30 años que garantiza el régimen, apoyada con protecciones de arbitraje en tribunales internacionales por si otro gobierno quiere cambiar las reglas de juego, lo que les concede la “previsibilidad” que necesitan en una industria que tiene inversiones a muy largo plazo y con mucho tiempo para repagarlas.

Pese a los controles de capitales –cepo al dólar-, que todas las mineras y petroleras extranjeras verían saludable que se eliminen para poder repatriar sus ganancias y asegurar que sus inversiones las puedan retirar en cualquier momento, en Rio Tinto confían en el RIGI, que los encapsula de los constantes cambios que puede haber en el país.

El principal proyecto de Rio Tinto en Argentina es en el Salar de Rincón, al noroeste de Salta, donde ya tiene activas unas 3.000 toneladas anuales de carbonato de litio en grado de batería y pronto empezará su ampliación para alcanzar progresivamente una producción de 60.000 toneladas a partir de 2028 -en un ramp up de 3 años-, con inversiones por 2.500 millones de dólares y exportaciones que superarán los US$ 600 millones por año.

El valor de exportaciones de este proyecto es el mismo de las ventas al exterior que tuvo todo el país en 2024.

El precio internacional del litio escaló rápidamente por encima de los U$S 80.000 a la salida de la pandemia, pero luego descendió hasta los US$ 10.000, lo que dejó afuera del mercado a decenas de proyectos a nivel mundial. Con la nueva política energética del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, la transición hacia energías menos contaminantes será más lenta.

Con la reciente compra en US$ 6.700 millones de Arcadium Lithium (resultado de la fusión de la estadounidense Livent y la australiana Allkem el año pasado), Rio Tinto también obtuvo otros 2 de los 6 proyectos de litio que están en operación en el país, como Fénix, en el Salar del Hombre Muerto (Catamarca), y Olaroz (Jujuy).

Según su reporte anual, en 2025 esperan cerrar acuerdos con propietarios de tierras para desarrollar sus proyectos de gestión del carbono.

En marzo de 2022, Rio Tinto había comprado por US$ 825 millones Rincón Mining Pty Ltd, empresa que era dueña del proyecto salteño. Rio Tinto, fundada en 1873, es una compañía global con una producción diversa de metales y minerales que cuenta con operaciones en 35 países y 60.000 empleados en el mundo.

Con la primera planta piloto, la minera tiene una demostración a escala comercial que permite analizar el proceso de construcción y producción, recuperación de litio y calidad de producto, entrenamiento operacional, identificar mejoras de diseño y operación de un proyecto a mayor escala.

En diciembre de 2024, el Directorio de Rio Tinto, tomó en consideración “las reformas económicas de Argentina y el RIGI” para aprobar el proyecto para la producción de 53.000 toneladas anuales de carbonato de litio grado batería utilizando la tecnología de extracción directa (DLE), que permite tener el mineral en 24 horas, a diferencia del método de evaporación en piletas, que tarda por lo menos un año.

La construcción de la planta comercial comenzará tan pronto como Río Tinto obtenga los permisos ambientales pertinentes del gobierno de la provincia de Salta, que podrían expedirse a mediados de este año. Su proceso demandará en el pico un total de 2.500 trabajadores, desde 2026.

El salar de Rincón tiene unas 83.000 hectáreas en el noroeste de Salta, cerca de la frontera con Chile, y está ubicado en el Triángulo del Litio, que comparten Argentina, Chile y Bolivia, y los costos de producción son menores que en Australia, donde en lugar de los salares, el litio se extrae de la roca dura.

Por otro lado, Rio Tinto también tiene participación en el proyecto de cobre Los Azules, en San Juan -a través de su afiliada Nuton en McEwen Copper-, que también pidió recientemente su ingreso al RIGI para invertir unos US$ 2.700 millones.



Fuente Clarin.com

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