Olla Vegana nació en el 2019 como consecuencia de “Health Save Movement”, un movimiento por la justicia social y la liberación animal. Ese año abrieron un punto de entrega de comida vegana en Morón y rápidamente se convirtió en la semilla de un nuevo movimiento de asistencia social al que llamaron “Olla Vegana”. Actualmente, el grupo se encuentra presente los días martes en Ramos Mejía (Plaza Sarmiento), jueves en Morón (Plaza la Roche) y los viernes en Moreno (Plaza Mariano Moreno), siempre de 20 a 21.30.
“Sabemos que vivimos en un contexto súper hostil, donde lastimosamente es necesario y urgente la acción solidaria para suplir las necesidades alimentarias de quienes asisten a nuestros puntos de entrega. Creemos que podemos ayudar sin necesidad de lastimar a otras especies en el proceso”, comentó la voluntaria Jazmín Scariot.
Durante el último año, desde la ONG señalan que cambió la cantidad de personas que necesitan asistencia. Mientras en Morón terminaron el 2023 entregando por noche dos conservadoras de 32 litros, en este año ya utilizan casi cuatro conservadoras por recorrido. Haciendo el recuento que realizan semanalmente, notaron que de entregar 150 viandas ahora son casi 280 por noche solamente en Morón. En total, entre los tres puntos de entrega, están dando alimento, ropa y asistencia a 600 personas.
Para la asistencia, la ONG cuenta con más de 80 voluntarios que, a veces, usan sus casas como puntos de acopio y cocinas. Coordinan la recolección de donaciones y financian la compra de insumos con aportes propios o donaciones que reciben a través de su Instagram (@olla.vegana). El desafío más grande que tienen en este momento, y desde que empezaron, es no tener un espacio fijo para cocinar o usar de depósito. Para ello, dependen 100% del espacio de los voluntarios. Esto complica las cosas porque se entrelaza con sus vidas personales, pero desde la organización resaltan que, más allá de la dificultad, el compromiso es muy fuerte.
En cuanto a otras necesidades de los vecinos del Oeste, señalan que la alimentación se suma a otras faltas como productos de higiene personal, ropa o hasta frazadas para el invierno, además de útiles escolares. Para acompañar el inicio del ciclo lectivo, este año lanzaron una rifa solidaria para poder juntar dinero y hacer una entrega de útiles escolares para los niños de cada punto de entrega.
Las opciones veganas no recibieron casi críticas en el Oeste, pero al grupo se lo conoce como ‘los chicos de la comida rara’. “Son contadas las veces que alguien en situación de vulnerabilidad nos dijo algo sobre nuestros menús veganos. Existe un mito muy arraigado en la población que apunta a que la comida vegana es muy cara, pero también hay comida tradicional que lo es. Si esta idea fuera verdad y no hubiera comida vegana barata, no podríamos alimentar a 600 personas por semana”, explicó Jazmín.
Desde la Olla vegana proyectan este año habilitar un nuevo punto en la zona de Primera Junta, Caballito, teniendo en cuenta que hay voluntarios viviendo por esa zona. Aunque su gran sueño es ser una ONG formal y abarcar toda la línea del tren Sarmiento. “Ya vamos tres de 16 del recorrido Moreno-Once y seguimos avanzando. Queremos poder abarcar más zonas del Oeste”, finalizó Julieta Scariot.