El 21 de enero fue detectada por primera vez la misteriosa “enfermedad del llanto”. Fue tras un brote que tuvo origen en la República Democrática del Congo y que ya dejó al menos 60 muertos.
En los últimos días creció la incertidumbre sobre el tema porque todavía los médicos no saben a qué se deben los casi 1.100 contagios que hubo en la zona. Aunque sí hay sospechas.
Descartados los virus ya conocidos, como el ébola o el Marburgo, los investigadores apuntan a la meningitis o a la malaria, ya que son enfermedades relacionadas al contexto de pobreza extrema en el que viven los congoleños y vinculadas a los síntomas que presentaron los afectados. Estos son: fiebre, vómitos, diarrea, dolores corporales, sed intensa y, sobre todo en los chicos, llanto intenso.
Cabe recalcar que la mitad de los enfermos dio positivo a pruebas de malaria, lo que llevó a que se analizaran alimentos y aguas locales para ver si encuentran en ellos alguna toxina.
La investigación de la malaria va de la mano con un brote también originado en el Congo en diciembre que enfermó a casi 400 personas, muchas de ellas en estado de desnutrición.
Un dato preocupante es que casi la mitad de los infectados (48,9%) con la “enfermedad del llanto” murieron dentro de las 48 horas posteriores de haber presentado los síntomas.
Un enfermero congoleño atiende a una paciente con viruela símica. Foto: APSegún la OMS, el origen de la enfermedad podría tener que ver con un grupo de niños que empezaron a presentar síntomas de la enfermedad luego de comer un “cadáver de murciélago”. Poco después, todos murieron.
El brote se dio en la aldea de Bomate, zona de salud de Basankusu, Équateur, una provincia en el noroeste del país.
El comunicado de la OMS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió un comunicado sobre el tema y a envió a la zona un equipo de expertos y suministros médicos para evitar que la enfermedad se siga propagando.
Por un lado, el 7 de febrero la OMS compartió un artículo en el que describe una “grave crisis humanitaria y de salud” en el este del país y solicita ayuda para frenar la escalada de violencia que afecta al sistema de salud.
Un extracto del boletín de la OMS que habla de una “enfermedad desconocida” en el Congo.“La OMS sigue sobre el terreno apoyando a los trabajadores sanitarios, colaborando estrechamente con las autoridades sanitarias zonales, provinciales y nacionales para proporcionar suministros médicos vitales y coordinar la respuesta para frenar la propagación de la enfermedad y otros brotes en la región”, comunicó la OMS.
En el artículo habla de que la violencia en el Congo “ocasionó importantes pérdidas de vidas humanas, traumatismos, desplazamientos y la destrucción de infraestructuras de salud críticas”.
En la misma nota destaca que la amenaza de enfermedades infecciosas como el cólera, el paludismo, el sarampión, la meningitis, la viruela símica y la tuberculosis se multiplicó en los últimos meses.
Un grupo de personas aguarda en un hospital en Basankusu. Foto: APAl final, la OMS hace énfasis en que “la decisión reciente de los Estados Unidos de congelar la ayuda exterior está afectando de forma significativa a las operaciones de socorro en la República Democrática del Congo”.
El 16 de febrero, la organización profundizó en el tema en un boletín en el que advierte sobre la importancia de “una enfermedad desconocida” en el país.