MANAOS, BRASIL (Enviado especial).- No hay forma de llegar a Manaos en auto o camión, dicen sus habitantes, que aseguran que no hay caminos preparados para poder irse o llegar de esta ciudad de 2,2 millones de habitantes por vía terrestre. La única alternativa es el avión. Pero como Manaos es una de las ciudades más antiguas del continente (fue fundada en 1669), sus habitantes saben de parte de sus ancestros que el Río Negro es la forma de llegar y también de irse. Y el río sigue siendo la principal vía de conexión para las cargas de sus más de 600 industrias, ya que la zona franca de Manaos es una de las más antiguas e importantes del mundo.

Alejada del resto del mundo, a cuatro horas y media de avión de San Pablo y con un casco urbano que exhibe su impronta colonial y a la vez un diseño moderno (está surcada por túneles para favorecer el tránsito por sus calles), la ciudad también replica escenarios de pobreza como los de San Pablo, a una escala más reducida.

La empresa más importante de esta ciudad que desafía a la naturaleza es una multinacional de origen japonés: Honda, que tiene en Manaos su principal fábrica de motos de todo el mundo.

El predio de Honda Motos ocupa 750 hectáreas completamente selváticas y montañosas: si no fuera porque desde aquí salen cada día 6.500 motos que abastece a 75% del gigantesco mercado de Brasil (1,4 millones de motos al año, 75% de participación del mercado), de todas maneras esta fábrica podría ser una atracción turística en sí, con naves industriales instaladas en distintas alturas de los cerros. Son 350.000 metros cuadrados, el equivalente a 350 hipermercados ubicados, uno al lado del otro, en plena montaña.

El ritmo de producción es de una moto cada 19 segundos. En esta fábrica se producen 18 modelos, que van desde la cilindrada más chica hasta versiones de más de 300 cc. La fabricación comenzó de manera modesta en 1976, hace 49 años, y se fue incrementando hasta alcanzar la cifra de 1,8 millones de unidades en 2011. Hoy trabajan a un ritmo de 1,4 millones de motos por año, más de tres veces todo el mercado de motos de la Argentina. Desde 1976 hasta fines del año pasado, Honda Motos de Brasil fabricó 30 millones de motos.

Se trata de una fábrica con un importante grado de integración, ya que aquí hay desde fundición hasta producción de motores. Aun así, cuentan con un importante entramado de proveedores, más de 110, incluidas 15 empresas japonesas.

Una de las proveedoras que llegó hace poco menos de un año es Honda de Argentina, que replica a una escala diez veces más chica la producción de motos en su fábrica de Campana: allí trabajan 900 operarios (en Manaos son 9.000) y el año pasado despacharon 110.000 motos.

Como marca, Honda es la número uno de Argentina, con 21% de participación de mercado. Para este año, prevé un importante incremento de su producción, ya que se estima que el mercado de motos en el país podría rondar las 600.000 unidades y en Honda se preparan para captar 23% de ese mercado.

Pero una pata importante de la producción de Honda en Campana es una división de producción de partes plásticas, producto de una inversión de 15 millones de dólares concretada en 2024, a partir de la cual el año pasado despacharon a la fábrica de Manaos un millón de piezas plásticas, cifra que este año va a crecer a 1,3 millones de piezas. Abastecen a los modelos Tornado y Pop, dos de los más demandados en la región.

Medidas en divisas, esa exportación fue de 4,5 millones de dólares en 2024 y este año rondará los US$ 10 millones, según estimó Viviana Daleoso, directora de Relaciones Corporativas y Sustentabilidad de Honda Argentina, en Manaos.

“Los planes de inversión no se agotan en este proyecto, tenemos nuevos planes para avanzar con la producción de piezas e inversiones que estimamos anunciar para mediados de año”, anticipó la ejecutiva argentina.

Honda instaló su primera fábrica en Argentina en 2006, en Florencio Varela, donde inició la producción de motos que continúa hasta hoy. Pero en el medio hubo una importante inversión en la compra e instalación de una nueva fábrica en Campana, sobre la ruta 9, que le demandó 250 millones de dólares y donde durante casi una década produjo dos modelos de autos: el Honda City y el Honda HRV.

Esa historia se interrumpió abruptamente en agosto de 2019, cuando la multinacional decidió cerrar las fábricas de autos con menor producción en varios puntos del planeta, incluida su fábrica bonaerense.

Si bien la producción de la HRV se mantuvo hasta principios de 2020, el anuncio de Honda sonó a final de ciclo: fue en el mismo mes en que Alberto Fernández y Cristina Kirchner ganaron las PASO, en un contexto de fuerte caída de la producción automotriz en el país.

Aun así, en Campana siguen a la expectativa de reactivar la producción de autos. “Honda hoy no tiene previsto reanudar su producción de vehículos, pero siempre se puede llegar a tener algún proyecto”, agregó Daleoso.



Fuente Clarin.com

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