Desde su estreno el mes pasado, F1: La película” se convirtió en el largometraje más popular producido por Apple. Y tanta fue la repercusión que generó la película protagonizada por Brad Pitt que el gigante tecnológico creado por Steve Jobs busca agrandar su sociedad con la máxima categoría del automovilismo mundial y pugna por quedarse con los derechos de TV para transmitir a partir de 2026 las carreras y todo lo vinculado al circo itinerante de la velocidad en tierras norteamericanas.

La Fórmula 1 es transmitida actualmente en Estados Unidos, al igual que en gran parte del mundo, a través de la plataformas de Disney. Sin embargo, el contrato culmina a finales de este 2025 y desde las oficinas de Silicon Valley, ni lerdos ni perezosos, presentaron una oferta multimillonaria difícil de igualar.

Si bien históricamente la mayoría del público amante de la Máxima está concentrado en Europa, en los últimos años su popularidad se expandió a nivel global y, en especial, piso fuerte en Norteamérica, dominada por la pasión por el Nascar y la IndyCar, por obra y gracia de “Drive To Survive”, la exitosa serie producida por Netflix que se estrenó en 2018 y que ya tiene siete temporadas.

Una prueba de esto es que “F1: La película” lleva recaudados 55 millones de dólares en el mercado estadounidense y se convirtió en el estreno más taquillero de una producción de Apple. Empujado por este éxito comercial, según reveló Business Insider, la compañía que maneja Tim Cook habría hecho una oferta por 150 millones de dólares anuales para empezar a transmitir las carreras a partir de 2026.

Por el momento, Apple TV es dueño de los derechos de transmisión de todos los partidos de la Major Soccer League -a través de la plataforma MLS Season Pass– y de la Leagues Cup, un negocio que se potenció por esa máquina de hacer dinero que es Lionel Messi. También tiene un convenio con la MLB para el envío semanal del Friday Night Baseball. Sin embargo, la incorporación de la Fórmula 1 a su grilla significaría la mayor inversión deportiva de la compañía.

ESPN transmite la Fórmula 1 en Estados Unidos tras quedarse con los derechos que dejó vacantes en 2018 la cadena NBC, cuyo contrato ascendía a unos 4 millones de dólares anuales. En aquel momento, la señal deportiva de Disney accedió a la categoría sin pagar un centavo. Pero todo cambió a partir de 2020, con el boom de Drive to Survive. A partir de entonces, empezó a pagar 5 millones de dólares por temporada y en 2023 firmó un nuevo contrato valuado entre 75 y 90 millones por año.

Ahora, Liberty Media —la empresa que controla la Fórmula 1— busca un acuerdo mucho más jugoso: entre 150 y 180 millones de dólares anuales. El tema es que el mercado estadounidense muestra algunos signos de meseta. En 2022, ESPN promedió 1,2 millón de espectadores por carrera; en 2023 bajó a 1,1 millón y este año volvió al 1,2 millón. Habrá que ver si el reciente estreno de la película logra reactivar el interés, sobre todo teniendo en cuenta que muchas carreras se emiten en horarios complicados para el público norteamericano, como la mañana o la madrugada.

En América Latina, los derechos de transmisión están en manos de Disney y de Fox Sports. La señal del ratón Mickey transmite las carreras en vivo para toda la región hispanohablante a través de su señal premium y comparte la televisación de 18 GP con la señal que hoy está en manos del conglomerado de medios español Mediapro.



Fuente Clarin.com

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