En marzo de 2015, Esther Acosta Cuba, de 34 años y nacionalidad paraguaya, fue detenida por el homicidio de su sobrina Emilia Beatriz Acosta López, de 20 años, quien fue encontrada por su novio, Efraín Henrique Mamani, estrangulada y maniatada en su departamento del barrio porteño de Flores.
Acosta Cuba, apodada la “estranguladora de Flores”, logró escapar y permaneció oculta en Ciudad del Este respaldada por redes criminales locales, hasta que en septiembre de 2020 fue recapturada.
Su prontuario criminal ya incluía otros dos homicidios por los cuales había sido condenada, aunque no cumplió íntegramente las penas.
También había asesinado a un veterano de la Guerra del Chaco en un intento de robo en 2001, y en 2008 había sido declarada culpable por la muerte de un hombre en un accidente de tránsito.
Esther Acosta: la estranguladora de Flores que acechó a la sociedad

El nombre de Esther Acosta, la “estranguladora de Flores”, resuena en los pasillos de Tribunales y en los titulares de los medios por una serie de homicidios que dejan al descubierto su historial asesino.
Nacida en Paraguay, tuvo un inicio temprano en el mundo delictivo. En 2001, fue condenada por el asesinato de un veterano de la Guerra del Chaco durante un intento de robo en la localidad de San Lorenzo. Por este crimen, cumplió seis años de prisión en la cárcel de mujeres “El Buen Pastor”, de Asunción, pero obtuvo la libertad condicional en 2006.
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Dos años más tarde, en 2008, se le atribuyó la muerte de un hombre en un accidente de tránsito, aunque en este caso su pena de dos años fue suspendida.
La historia se volvió aún más siniestra en 2015, cuando fue acusada de estrangular Emilia Beatriz, su sobrina, hija de su hermano Jacinto Acosta Cuba.
Según las investigaciones, el asesinato habría estado motivado por el hurto de dinero, alhajas y celulares. Las cámaras de seguridad del edificio donde vivía la víctima y las de un comercio aledaño captaron a ambas ingresando juntas y, horas después, a Acosta Cuba saliendo sola con un juego de llaves.

Aunque la “estranguladora de Flores” fue detenida, logró escapar y se refugió en Paraguay, amparada por redes de narcotráfico en Ciudad del Este. Finalmente, gracias al trabajo de Inteligencia del Departamento de Investigaciones de la Policía de Caazapá, fue recapturada en 2020, en una de las visitas esporádicas que le hacía a su madre, en la localidad de Sagrado Corazón de Jesús.
Acosta Cuba enfrenta ahora una posible condena a cadena perpetua. Su figura genera controversia y desconcierto, no solo por los crímenes que se le adjudican, sino también por las incógnitas sobre su personalidad y las circunstancias que la llevaron a una vida plagada de violencia.