En el mundo automotor, es común escuchar a los mecánicos mencionar los modelos que más veces ingresan al taller. Muchos vehículos, debido a ciertos problemas de diseño y calidad, se deterioran con rapidez. Los expertos identificaron los autos que más se estropean, y la causa de estas fallas radica en el propio diseño de los coches.
La obsolescencia programada, concepto comúnmente relacionado con la tecnología, también afecta a los autos, causando fallas recurrentes que los mecánicos deben reparar constantemente. Algunos modelos y marcas presentan una mayor propensión a descomponerse, debido a diseños que incorporan piezas de menor durabilidad o tecnología menos confiable.
Según el video publicado en la plataforma de Tik Tok por el usuario juliwheels, quien consultó a especialistas, los mecánicos coinciden en que ciertas marcas y modelos tienen problemas recurrentes por un mal diseño.
Marcas como el grupo PSA (Peugeot, Citroën, DS Automobiles, Opel y Vauxhall), y algunos modelos de Jaguar y Land Rover, presentan una mayor tasa de fallos debido a características específicas en su diseño. Entre los problemas más comunes, se encuentran los motores con sistemas como la correa bañada en aceite, lo que aumenta el desgaste y requiere más mantenimiento.
El diseño de estos autos influye directamente en su corta vida útil. La elección de materiales de menor calidad e incorporación de tecnología obsoleta dan lugar a más fallos, obligando a los conductores a asistir al taller constantemente.
Muchos mecánicos apuntan a que los autos europeos presentan un fenómeno conocido como obsolescencia programada, donde el diseño del vehículo incluye componentes con una vida útil limitada, lo que provoca averías frecuentes.
Este fenómeno no solo afecta a la tecnología, sino que se extiende a los vehículos, donde los fabricantes crean modelos con piezas de calidad inferior que se desgastan rápidamente.
Renault es un ejemplo claro, ya que sus modelos presentan problemas frecuentes en los sistemas electrónicos. Aunque los motores de la marca no son necesariamente defectuosos, la integración de sistemas electrónicos problemáticos genera fallas constantes que requieren visitas al taller. Asimismo, los motores Puretech de Peugeot y Citroën enfrentan fallos continuos que carecen de solución definitiva.