El bicarbonato de sodio tiene más utilidades de las que imaginamos. Aunque la mayoría lo asocia con tareas de limpieza o con recetas de cocina, también cumple un rol clave en el cuidado de plantas de interior. En ambientes cerrados, este producto económico puede ayudar a prevenir enfermedades y a fortalecer el desarrollo de tus plantas.

Lo más interesante es que no se trata de una solución invasiva ni costosa. Gracias a sus propiedades para combatir hongos, regular el pH del suelo y repeler insectos, el bicarbonato se convirtió en un recurso natural cada vez más valorado por jardineros y aficionados.

El uso del bicarbonato en plantas de interior no es una moda pasajera, sino una recomendación que se apoya en la experiencia de jardineros urbanos y expertos en cultivo hogareño. Aplicado correctamente, puede contribuir a mejorar el estado general de las plantas. Entre sus ventajas más destacadas, se encuentran:

“El bicarbonato no reemplaza un cuidado completo, pero puede marcar la diferencia cuando lo usamos con responsabilidad. Es una ayuda extra para quienes quieren mantener sus plantas sanas sin recurrir a productos químicos”, explicó una experta en jardinería.

Si bien los beneficios son claros, también lo es la necesidad de usar el bicarbonato con cuidado. No se trata de esparcirlo al azar, sino de incorporarlo como parte de una rutina responsable. Estas son las formas más prácticas y recomendadas de aplicación:

Antes de aplicar el bicarbonato en todas tus plantas, probalo primero en una hoja o sección pequeña. Algunas especies pueden ser más sensibles y mostrar signos de estrés si el producto no les sienta bien.



Fuente Clarin.com

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