El uso de WhatsApp transformó la comunicación en la era digital, donde los audios se convirtieron en una alternativa frecuente a los mensajes de texto y las llamadas telefónicas.

Un estudio reciente analizó este fenómeno y revela que la elección de este formato no es aleatoria, sino que está vinculada a aspectos psicológicos y de personalidad. Según los análisis de José Eduardo Abadi, psiquiatra; Flavio Calvo, doctor en Psicología; y Anna Flores, experta en Programación Neurolingüística, los audios permiten una expresión más espontánea y detallada de pensamientos y emociones.

A pesar de su practicidad, esta forma de comunicación genera opiniones divididas. Para algunos, es una herramienta efectiva para transmitir ideas de manera clara y directa, mientras que para otros puede resultar molesta, especialmente cuando los audios son extensos o se reciben en momentos inoportunos.

Los expertos en psicología identificaron diversas razones por las cuales muchas personas prefieren enviar audios en WhatsApp en lugar de escribir o realizar llamadas. Este comportamiento responde a distintos factores cognitivos, emocionales y prácticos.

Una de las razones principales es la expresión emocional. Los mensajes de voz permiten transmitir matices y entonaciones que los textos escritos no reflejan con la misma claridad. Además, la comodidad juega un papel clave, ya que grabar un audio puede ser mucho más rápido que escribir un mensaje largo, especialmente cuando se necesita explicar algo detalladamente.

Otra motivación para usar este formato es la sensación de proximidad que genera. A diferencia de los mensajes de texto, los audios crean un vínculo más cercano entre los interlocutores sin la presión de una conversación en tiempo real. Sin embargo, también presentan desventajas, ya que no siempre pueden escucharse de inmediato, lo que puede generar frustración en el receptor.

Según el estudio, los patrones de comunicación a través de WhatsApp reflejan aspectos de la personalidad de cada usuario. Los expertos reconocieron que quienes envían audios con frecuencia tienden a priorizar la conexión emocional y la claridad en sus mensajes.

Las personas extrovertidas suelen preferir los audios porque les permiten expresarse con naturalidad y sin limitaciones. Para ellas, esta forma de comunicación es más espontánea y refleja mejor sus emociones. Quienes tienen una comunicación empática también utilizan los audios para reforzar sus vínculos, ya que consideran que transmiten cercanía y autenticidad.

Por otro lado, algunas personas evitan los mensajes de voz porque los perciben como una interrupción. Para quienes valoran la rapidez y la discreción, los audios pueden resultar inconvenientes, especialmente cuando se reciben en momentos donde no pueden reproducirse. Además, los estudios indican que el uso excesivo de audios puede reflejar una necesidad de captar la atención del receptor o una dificultad para sintetizar ideas.



Fuente Clarin.com

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