La cena puede tener un impacto significativo en la capacidad para conciliar el sueño. Si se hace una cena muy abundante o pesada, el dormir se vuelve más complicado. Por otro lado, restringir la ingesta de comida para “comer menos” puede producir el efecto contrario.
Determinados alimentos ayudan a la higiene del sueño y algunos otros hacen dificultoso este proceso.
María Izquierdo, una experta en nutrición de la Universidad de Barcelona, explicó las claves de cómo debería ser la cena óptima para nuestro descanso nocturno.
La cena es la última comida del día y, en lugar de dar energía, precede a nuestro tiempo de descanso, por lo que debe ser una comida completa y variada, como también saludable.
Teniendo esto en cuenta, María Izquierdo recomienda evitar la cena de leche con galletas, que algunos creen que favorece el descanso. Pero en realidad, esta cena carece de nutrientes y puede que no sea suficientemente saciante, lo que haría que la persona se despierte a mitad de la noche.
La experta sugiere que la cena tenga verduras y una fuente de proteína como pescado a la plancha, pollo o lomo, alimentos que son reconocidos por su capacidad para generar sensación de saciedad, lo que ayuda a controlar el apetito nocturno.
También se recomienda reducir la cantidad de carbohidratos, ya que contribuye a mantener niveles estables de glucosa en la sangre, evitando los altibajos que pueden afectar el descanso. Además, ayuda a regular los niveles de insulina, lo que previene la acumulación de grasa, según el sitio web Cuerpomente.
Para mejor la calidad de sueño, la experta en nutrición recomienda cenar dos horas antes de acostarnos para que el cuerpo pueda procesar los alimentos adecuadamente, y evitar la cafeína a partir de las 15 horas.