la amiga acusada de abandono de persona dijo que “fue un suicidio”

A casi dos años de la muerte de Emmily Rodrigues Santos Gomes (26) en un departamento de Libertad al 1500, en Retiro, finalmente indagaron a Juliana Magalhaes Mourao (39), la médica y amiga que estaba junto a la modelo brasileña el día que la mujer cayó al vacío desde una ventana. La Justicia le imputó los delitos de facilitación de la prostitución y abandono de persona seguido de muerte.

El 30 de marzo de 2023 Emmily Rodrigues murió al caer del sexto piso tras una fiesta realizada en la casa del empresario Francisco Sáenz Valiente (54) donde, de acuerdo a lo que confirmaron las pericias, hubo cocaína, marihuana, alcohol y tusi.

El miércoles Magalhaes Mourao fue indagada y declaró. La mujer, que también es de nacionalidad brasileña, apuntó contra la acusación fiscal a la que calificó como “muy machista”.

Aseguró que la madrugada del 30 de marzo de 2023 hubo “un encuentro de amigas” y que en “ningún momento habló con Francis de que le iba a llevar a las chicas a trabajar a su casa” y que “nunca existió en su vida ese tipo de situación, que jamás entregó a nadie”. Además dijo que no comprendía cómo “si ella iba a entregar a alguien, esa persona manejara hasta el domicilio de la persona a quien la entregaría”.

La historia empezó cuando el empresario del agro Francisco Sáenz Valiente invitó a Juliana a su casa de Retiro junto a Emmily Rodrigues –a quien supuestamente no conocía– y otra joven. En el lugar, además, estaba otra mujer que sí reconoció haber tenido relaciones sexuales a cambio de dinero.

Para la Justicia, Juliana organizó el encuentro junto a Sáenz Valiente con el objetivo de que las mujeres “brinden servicios sexuales”, algo que negó la imputada pero también la familia de la víctima.

De acuerdo a la acusación, Magalhaes Mourao se encontró con Emmily Rodrigues en el bar Isabel y con otra mujer de la que se preserva la identidad. Allí les propuso ir a la casa de Sáenz Valiente. La otra mujer, cuyas iniciales son D. G. S. se mostró reticente para ir a la casa del empresario.

Finalmente, cerca de las 3 de la mañana, fueron hasta el departamento de Sáenz Valiente en el Jeep que manejaba Emmily “donde tuvo lugar un encuentro con connotaciones sexuales con el propietario de la vivienda”, siempre de acuerdo a la acusación fiscal.

“En ese contexto, como consecuencia del suministro prolongado de estupefacientes (cocaína y “tusi”) y de bebidas alcohólicas –todo ello ofrecido por el dueño de la casa desde la llegada de las asistentes a las 3.21– Emmily Rodrigues Santos Gomes tuvo una descompensación psíquica que duró al menos dos horas, lapso durante el cual fue abandonada por Francisco Sáenz Valiente y Juliana Magalhaes Mourao, que no la asistieron ni le procuraron la asistencia médica que exigía el cuadro“, describieron el hecho en la acusación.

Sáenz Valiente, por su parte, también está imputado por los delitos de suministro gratuito de estupefacientes y facilitación del lugar para su consumo; abandono de persona agravado por el resultado muerte; y tenencia de un arma de guerra de uso civil condicional. Por esos hechos, ampliaron su indagatoria a a fines de noviembre.

Durante casi dos años, Magalhaes Mourao había sido una testigo, a pesar de que estuvo durante toda la mañana en el departamento de Sáenz Valiente mientras la mujer gritaba y pedía ayuda. Esos gritos desesperados quedaron registrados en los llamados al 911 que realizó el empresario. También en el testimonio de los vecinos que intentaron socorrerla pero no lograron entrar al departamento del sexto piso.

Finalmente Emmily cayó al vacío desde una ventana y murió.

“Magalhaes Mourao, pese a ser médica, no prestó ningún tipo de auxilio a la víctima, quien presentaba evidentes señales de un cuadro de excitación psicomotriz, creado por la provisión de estupefacientes de Sáenz Valiente. A su vez, tampoco intervino cuando la víctima se hallaba forcejeando con Sáenz Valiente en la ventana del inmueble. Esta situación de peligro concreto en la salud de la víctima determinó que cayera de una de las ventanas del departamento de Sáenz Valiente recorriendo una distancia de 21,5 metros, lo que le generó múltiples lesiones y fracturas que determinaron su fallecimiento“, la acusa la Justicia.

Durante su declaración, Magalhaes Mourao que “no quería lastimarla a Emmily por eso no la agarró y la metió en el baño por ejemplo, porque era su amiga y no quería lastimarla” y que “jamás se imagino que Emmily tuviera tanta locura de abrir o romper una ventana, tal como lo hizo, ya que tenía mucha fuerza, y se arrojara al vacío.

Además aseguró que “no se imaginó en la vida que podía pasar eso”, que todo “fue una fatalidad” y que “fue un suicidio”.

Respecto de las acusaciones en su contra cuestionó a los medios de comunicación y a los abogados porque “sexualizaban la situación como una parte machista”. Dijo que “le arruinaron la vida” y que “el SAME tardó mucho en llegar al edificio y de haber llegado antes la situación se habría evitado”.

“Lo que pasó fue una fatalidad y no se trató de un homicidio”, insistió.

Arístides Gomes, el papá de Emmily Rodrígues Gomes, cuestionó a los fiscales que llevan adelante la acusación, a cargo de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N° 10, en manos de Alberto Gentili y la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM), al frente de Mariela Labozzeta: “El fiscal insiste en difamar infundadamente a Emmily con esta historia de que ella fue al departamento a prostituirse cuando las pruebas del expediente muestran exactamente el contrario. Las pruebas muestran que el imputado estaba intentando acercarse a Emmily a través de Instagram“.

Para la familia de la joven, representados por la abogada Raquel Hermida Leyenda, Emmily fue víctima de un intento de violación seguido de femicidio y llegó a ese departamento “engañada”.

Además rechazaron por completo que la joven fuera una trabajadora sexual y que consumiera drogas.

“Desde el principio ha sido una pelea desigual, por un lado un padre que busca justicia por su hija, una chica más víctima de un femicidio en Argentina… Y por otro lado el supuesto asesino defendido por los estudios Libarona, estudio de la familia del ministro de Justicia de la Nación que promueve la eliminación del femicidio en Argentina”, cuestionó Gomes.

Es que Francisco Sáenz Valiente es defendido por Rafael Cúneo Libarona, hermano del ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona.

El empresario estuvo preso solo durante los primeros días de la investigación, no tiene prisión preventiva y le removieron la tobillera que lo monitoreaba por decisión del Juzgado Nacional en lo Criminal N° 31.

Saenz Valiente había sido procesado por la sala VI de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional en junio del año pasado como responsable del homicidio culposo de la joven, tras la apelación que habían presentado los integrantes del Ministerio Público Fiscal, Santiago Vismara y Mariela Labozzetta en contra de la falta de mérito que se le había dictado.

Avanzada la investigación decidieron cambiar la acusación a suministro gratuito de estupefacientes y facilitación del lugar para su consumo; abandono de persona agravado por el resultado muerte; y tenencia de un arma de guerra de uso civil condicional.

La querella, en manos de Hermida Leyenda, reiteró un pedido para que la Justicia realice una reconstrucción de los hechos: “Se solicita una vez más que se inicie con urgencia la reconstrucción de los hechos como la ya ordenada por la Cámara de Apelaciones. El retraso en el inicio de la reconstrucción es injustificado y trae daños irreparables en la causa. Se trata de una medida fundamental en vista de la gran cantidad de contradicciones en las versiones de los hechos narradas por Francisco Sáenz Valiente, Juliana Magalhaes Mourao, los demás testigos, además de la presencia de nuevas pruebas presentadas por la querella que requiere su debida apreciación probatoria”, pidieron en el escrito firmado por la abogada.